Algunas películas utilizan en su promoción el nombre de
otras con más éxito a modo de reclamo publicitario. Especialmente cuando había
que competir con algún estreno más grande, y aún a día de hoy no es raro ver
carteles donde son capaces de mencionar a los productores ejecutivos de
Paranormal Activity para darle bombo. Otros casos son más genéricos y se
limitan a un escueto “los creadores de”. Este fue el caso de una película “de
los creadores de Alien”, aunque Dan O´Bannon, el guionista de ambas, contara
con otras películas interesantes y, en el caso de esta, no necesitaba esta
herramienta para defenderse por sí sola.
Muertos y enterrados comienza en un pequeño pueblo de Nueva
Inglaterra. O más bien, de Providence, Rhode Island, una localización que a los
seguidores de H. P. Lovecraft les sonará enseguida y cuyo nombre hace pensar en
la América colonial y pequeñas ciudades costeras. Pero también en leyendas
macabras y secretos. Es en uno de esos pueblos donde el sheriff local se
encarga de dos asesinatos: las victimas recién llegadas o solo de paso, han
sido desfiguradas y es imposible identificarlas. Sin ninguna pista, este solo cuenta con la
información que el dueño de la funeraria y forense local puede proporcionarle.
Al menos, cuando no divaga sobre el arte de reconstruir el rostro de los
cadáveres y como sus obras acaban bajo tierra. Con sus sospechas sobre lo que
sus vecinos e incluso su esposa pueden ocultarle, la investigación tomará un
cariz más extraño cuando un lugareño asegura haber visto a una de las víctimas
viva y comportándose como un habitante cualquiera.
La historia está basada en un relato corto, y eso se nota en
el conjunto de la película: esta es muy concisa, con un escenario muy limitado
y un desenlace cerrado que impide cualquier posibilidad de continuidad en
guiones posteriores. Esto la hace bastante única al tratarse de una producción
sin secuelas, que funciona por sí misma y no como parte de una franquicia.
Pero, exceptuando el compartir género, la referencia Alien solo sirve para
aprovechar el tirón de una obra posterior, porque estas son bastante distintas.
La mayor influencia de Muertos y enterrados es el terror
pulp: lo conciso de los personajes, la situación un tanto irreal, y
especialmente, el mezclar elementos tan propios de esa literatura como son los
científicos locos, la magia negra inventada para la ocasión y los giros
dramáticos. Tampoco faltan en determinadas ocasiones las secuencias
truculentas, como es el caso de los asesinatos que suceden de forma bastante
repentina...aunque en realidad, solo se pueden considerar sangrientos
comparados con el resto de la película, que es mucho más clásica, y están muy
lejos de otras producciones que incluyen la casquería como añadido
imprescindible.
Visite Innsmouth
La segunda es H. P. Lovecraft, aunque esta sea bastante más
sutil y alejada de sus Mitos de Cthulhu. La atmósfera del pueblo, en concreto a
la ciudad natal del escritor son claramente reconocibles. Pero también escenas
como los habitantes del pueblo reuniéndose en un mismo punto de la playa
recuerda a la sensación de amenaza y secretos que Lovecraft consiguió condensar
en La sombra sobre Innsmouth.
Aún tomando como punto de partida un estilo tan asociado a
décadas pasadas y a una estructura muy clásica, y a veces, limitada a
estereotipos muy puntuales, es capaz de añadir otros elementos nuevos que
vistos hoy resultan bastante adelantados a la época: la fotografía es un
elemento que está presente a lo largo de la trama, pero también la grabación,
hasta el punto de que sea la proyección de una cinta de película casera la que
sirva de hilo conductor para el desenlace y como fondo para una de las mejores,
y más innovadoras, secuencias de toda la película. Y para un diálogo final que
no tiene nada que envidiar al que podría haberse inventado cualquier científico
malvado de los años treinta.
Muertos y enterrados puede verse como una película de terror
pequeña. Pero pequeña como puede serlo un relato corto, sin que eso afecte a su
calidad y originalidad de la histora.
Esta, sin grandes efectos especiales, no tiene otra ambición que el
contar una historia de terror propia de un género simple y efectivo.
Desde la primera vez que la vi, creo que en el programa de Antena 3 "Noche de lobos", he sentido una especial debilidad por esta película. Partiendo del hecho de que el zombi (moderno) es una de las pocas figuras del terror que no me interesan en sí mismas, aquí sin embargo sus responsables elaboraron un planteamiento muy original, uniendo elementos muy diferentes que sin embargo casan a la perfección. La referencia a "La sombra sobre Innsmouth" es muy cierta, por ejemplo. Y el final de esta película es de los más antológicos no del género sino de toda la historia del cine.
ResponderEliminarLos zombies tal y como los rediseñó Romero son desde hace mucho (y al paso que voy, seguirán siendo), mis favoritos.
ResponderEliminarEn cambio, esta película me encanta porque técnicamente, no tiene que ver con el monstruo que me gusta en general, sino más con el género pulp (y Lovecraft, claro): ese mad doctor, ese batiburrillo de teorías y mitos mezclados que, sin embargo, resultan coherentes en la historia, ese pueblo lovecraftiano, ese ambiente de pesadilla...en fin, todo. Es curioso como una película tan pequeña puede salir tan redonda.
Los zombies tal y como los rediseñó Romero son desde hace mucho (y al paso que voy, seguirán siendo), mis favoritos.
ResponderEliminarEn cambio, esta película me encanta porque técnicamente, no tiene que ver con el monstruo que me gusta en general, sino más con el género pulp (y Lovecraft, claro): ese mad doctor, ese batiburrillo de teorías y mitos mezclados que, sin embargo, resultan coherentes en la historia, ese pueblo lovecraftiano, ese ambiente de pesadilla...en fin, todo. Es curioso como una película tan pequeña puede salir tan redonda.
Jajaja, ¿pones dobles tu respuesta para dejar bien claro que te gustan los zombis de Romero?
ResponderEliminarAunque parezca mentira, ¡nunca he visto la peli de Romero! Quizá porque cuando la he tenido a mano, he leído tanto sobre ella que creo que ya no me va a sorprender. Vamos, que tengo que remediar esa laguna, tal vez sea el único clásico del terror que me queda por ver.
De ese tipo de zombi, mi favorita es la española (aunque no lo parezca) "No profanar el sueño de los muertos", pero sigo prefiriendo el viejo zombi antillano de las historias de vudú y las películas en blanco y negro como "Yo anduve con un zombi" o "La legión de los hombres sin alma".
Jaja, es verdad. Este google me conoce cosa mala..
ResponderEliminarNo profanar el sueño de los muertos también es una de mis favoritas. Lo cierto es que se trata de las que tiene un punto de partida más original para todo el tema de la epidemia zombie que, prácticamente, se ve en todas las películas. Hasta Romero dedica tres de ellas a presentar los inicios de los muertos vivientes y solo Land of the Dead a lo que pasa después (las otras dos que hizo posteriormente no existen. Al menos para mi paz mental). Son recomendables principalmente porque se le considera "el padre del zombie moderno". Aunque si nos ponemos picajosos, sí se puede reconocer que obras de larga duración como el comic Los muertos vivientes tienen un argumento más convincente.
En mi opinión esta Muertos y enterrados está mas cerca de esos clásicos en blanco y negro. Del que por cierto, me quedo con La legión de los hombres sin alma. Pero claro: Bela Lugosi. Bela Lugosi y argumento pulp. Poco más me hace falta.