Costaba imaginar que una película producida en España
llegara a contar con tantas secuelas y derivados como una producción
estadounidense. Pero este ha sido el caso de Rec, una película de Jaume
Balagueró, que a día de hoy lleva cuatro
entregas. Seis, si contamos el remake estadounidense fotocopiado y una secuela
que pasa de todo y solo conserva el nombre. Apocalipsis es el título de la más
reciente y, si no hay cambios, del cierre de la saga.
Esta recupera en un principio el escenario original: un
edificio en cuarentena, tras la aparición de un extraño virus que provoca
agresividad en sus víctimas..y ganas de salir corriendo en los que tienen la
mala suerte de encontrarse con un infectado. Parece haber pasado solo unas horas
desde que Ángela Vidal, una presentadora de televisión, quedara encerrada allí
y descubriera los orígenes de la epidemia. Esta ha sido la única superviviente,
encontrada ahora por el grupo de GEOS que había sido enviado a volar el
edificio. Pocas horas después, ella y los miembros restantes del equipo
despiertan en un buque. Nadie sabe gran cosa, excepto que este está controlado
por un equipo médico y su objetivo parece ser encontrar una vacuna gracias a
los dos supervivientes de los últimos brotes. Pese a las medidas de seguridad,
la infección se extiende por el barco. Ahora, los médicos cuentan con mucho
menos tiempo para encontrar una cura, y, por algún motivo, parecen convencidos
de que Ángela tiene la clave para lograrla.
Rec 4 es mucho más cercana a su entrega anterior que a la
película que sirvió de inicio para la franquicia, especialmente en dos
aspectos. El primero, es el abandono de la filmación en primera persona, algo a
lo que dieron carpetazo, de una forma muy gradual, pero efectiva, en Génesis.
Lo segundo, es conservar cierta cantidad de humor que, aunque no tanto como la
anterior, está presente a lo largo del guión. Aunque la idea original era
regresar al cine de terror auténtico, y no al humor negro, en este se conservan
muchas situaciones que es imposible tomarse en serio: la forma de contagiarse
se produce a través de la comida, de una forma que, o bien se la toma uno a
broma, o resulta desconcertante. Y algunos de los personajes no son demasiado
serios: cuando uno de los supervivientes es una ancianita con demencia senil,
es imposible que no la hagan decir alguna cosa absurda en el medio de las
peores situaciones. Y, en el caso del informático, se trata de un alivio cómico
en toda regla. No es que este funcione muy bien en un principio, porque entre
sus frases de pie de banco y que en la primera mitad parezca un secundario un
poco nulo, recuerda demasiado al tipo de cine de terror más estereotipado,
donde siempre se sabía quien iba a morirse y en qué orden.
De hecho, también es esta la película de terror más al uso
de las cuatro. La primera fue una novedad, de la segunda nos hacemos lossuecos, la tercera fue de coña…y esta es la que más recuerda a las series B de
siempre. Porque el escenario cerrado, en concreto, su barco en alta mar, sus
personajes y extras que van siendo asesinados hasta reducir el grupo al mínimo,
e incluso esa tormenta, de la que se pasan media película hablando y que al
final, de poco sirve, contiene todas las características de ese tipo de cine:
si está bien contado, va a funcionar y ser entretenido, pero también va a estar
muy lejos de la originalidad de la primera y la tercera. Con esta intención de
hacer un producto más típico, los defectos se notan bastante: detalles que se
añaden para después quedar olvidados, escenas de humor que no terminan de
funcionar y personajes algo más tópicos, hacen que el nivel de diversión se
siga manteniendo, pero que sea más una película de las de manta y sofá, no algo
que se salga de la norma.
Para defender un escenario más tópico, cuentan con un
reparto de actores bastante correcto (como todavía conservo muchos prejuicios
contra determinadas producciones españolas, casi todo lo que hacen en los
últimos años me sorprende para bien). Hay unas cuantas caras de reparto
conocidas, vistas en televisión y algunas en teatro, como Hector Colomé e incluso Críspulo Cabezas, de quien recuerdo
que había sido una revelación en Barrio, allá por 1998. Y Manuela Velasco,
quien en principio es protagonista de la saga y quien sigue defendiendo muy bien
su papel.
Respecto al planteamiento de toda la serie, además de
resolverlo y servir de desenlace, Apocalipsis también termina de sentar las
bases de esta. O más bien, aprovecha para borrar del mapa toda referencia a la
segunda película, conservando tan solo los elementos necesarios para el
argumento e incluso, mostrando a modo de flashbacks, algunos de los que fueron
decisivos para el argumento de esta. Es más, si se hubieran tomado cinco
minutos más para incluir de nuevo la secuencia final de Rec 2, la saga se
podría entender perfectamente sin que sea necesario pasar por el mareo de
cámaras y el guión de juzgado de guardia de esta. Entre esto, y el resultar una
película muy entretenida, acaba por convertirse en un buen cierre para la
franquicia…que, como debe ser, cuenta con un posible final abierto. De esos de
los de “solo por si acaso”.
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