Había escrito alguna vez que en un principio, no teníamadera de lectora. Pero que cualquier cosa que tuviera dibujos me motivaba
muchísimo más que la letra impresa. Y los tebeos cumplían a la perfección. Podía
mirar los monigotes todo lo que quisiera, enterarme a medias de lo que pasaba,
y más adelante, leerme los rótulos y tener una visión general del conjunto. También
tenían un precio asequible, y el comprarme “un cuento” era algo que solía pedir
como consecuencia de un viaje largo (algunas veces incluían la contestación “parece
que te hizo la boca un fraile” para explicar que pedía muchas cosas. Pero caía
alguno de todas formas).
Si tuviera que mencionar uno como mi favorito entonces, serían
Zipi y Zape, aunque también es cierto que muy pronto fueron desplazados por los
personajes de Ibáñez…y a día de hoy, no sé cómo andan de popularidad. Pero hay
algunos más que también ayudaron a que le perdiera el miedo a los textos
largos, y que por lo desgastados que se encuentran a día de hoy, también se
ganaron a pulso el haber sido mis preferidos.
Mortadelo y Filemón. Los invasores. A los agentes de la TIA todavía tardaría unos años
en pillarles el humor, pero este tenía muchos puntos para que me quedara
mirando las viñetas: entre otros, unos monstruos muy nightmare fuel (aunque
entonces eso no existía y solo me parecía que daban grima) y situaciones tan
absurdas como una base secreta camuflada como bar de carajillos por cuestiones
de presupuesto. La historia tiene la misma estructura que muchas otras: en la TIA descubren que los alienígenas
planean invadir la tierra, enviando
sucesivamente a distintos invasores, a los que Mortadela y Filemón dan caza con
más pena que gloria.
Hoy sigue pareciéndome uno de los más redondos de todas sus
aventuras, sobre todo si te gusta un poco la ciencia ficción. Tiene momentos
verdaderamente absurdos como un alienígena aplastado por una vaca, o que
consigan engañar a uno con una pera gigante…por tener pinta de gusano. Todavía lo
conservo, y a juzgar por esa portada llena de dobleces que todavía aguanta, y
que no se haya despegado del lomo, sospecho que los de Bruguera debían editar
sus tebeos como mínimo en acero hyrkanio.
Disney Especial. Los fantasmas. Un tiempo después de la
colección Don Miki (sí, esa que ahora andan anunciando..y sí, lo reconozco tota
la fasciculada me dio la idea de la entrada), la editorial publicaba una serie
de tomos más gordos con historietas unidas por el tema de cada ejemplar:
estudiantes, periodistas, aventureros, policias…y un especial sobre fantasmas. Comics
protagonizados por Mickey o Donald, por mucho fantasma que pueda haber por
medio, no iban a ser precisamente Edward Gorey, si no una aproximación mucho más
amable: o bien algún fantasmilla simpático, o principalmente, la típica situación
en la que el presunto espectro no es más que un equivoco y hay una explicación
detrás. Esto no es que me hiciera mucha gracia, pero entonces los personajes clásicos
de la Disney
me gustaban un montón, y para que negarlo, el material entonces era bastante
bueno.
Además, estos tomos incluían una sección escrita con
pequeñas menciones a películas del mismo tema o personajes históricos
relacionados. En el caso de este especial fantasmas, era bastante
desconcertante, porque junto a un artículo sobre Vlad el Empalador, incluían un
reportaje sobre películas de terror cómico, esas que se llevaron tanto en los
ochenta. Donde mencionaban producciones para todos los públicos como
Cazafantasmas II, Los fantasmas atacan al jefe o La divertida noche de los
zombies. Sí, la secuela de El regreso de los muertos vivientes. Y una publicación
infantil que entonces recomendaba sin prejuicios una película de zombies tiene
todo mi respeto y admiración. Y un poco de desconcierto, también.
"Mortadelo y Filemón" fue el segundo gran cómic de mi niñez (el primero, por orden cronológico, quiero decir, la Colección Dumbo de los personajes de Walt Disney). Mi padre acostumbraba a viajar a Madrid una vez por mes y se compraba uno para el avión. Aventuras clásicas como la primera "Olimpiada", "El antídoto", "El brujo" o "Magín el Mago" siempre estarán en mi memoria. Es una pena que el Ibáñez de los últimos años ya solo se repita a sí mismo, insistiendo además en un componente de humor escatológico que en él resulta grotesco.
ResponderEliminarPor cierto, en la película "El gran Vázquez" se hacía un estupendo retrato de Ibáñez, contraponiéndolo a ese otro genio del tebeo español: el dibujante hormiguita frente al vivales que casi tiró por la borda su propio genio.
He leído bastantes Don Miki y Mortadelo y Filemón, de estos últimos creo que tengo alguno de esos tomos grandes que recopilaban aventuras.
ResponderEliminarJosé Miguel García de Fórmica Corsi: a mí llegaron a gustarme incluso algunos de los noventa, aunque vistos a día de hoy, se nota muchísimo la diferencia de calidad. No es lo mismo que leerse un mortadelo con diez años. Después está el comic aquel de homenaje parodia al Capitán Trueno que muchos estamos intentando olvidar.
ResponderEliminarSatrian: los de Superhumor también eran un clásico, aunque los de hace muchos años solían meter álbumes de otros personajes. Los nuevos son solo de Mortadelo.