A muchos nos suena el Wendigo, gracias a los Mitos de
Cthulhu o al relato de Algernon Blackwood. Pero esta criatura, relacionada con
el frío, la hambruna y el tabú del canibalismo, proviene de la mitología india.
Pese a su potencial, no hay muchas películas que lo utilicen como recurso,
aunque a finales de los noventa, tuvo su aparición en un par de producciones, que
hoy han quedado un poco olvidadas.
Ravenous comienza con la llegada del capitán Boyd a un
fuerte, alejado de toda civilización y apenas poblado por cinco soldados y dos
hermanos indígenas durante los meses de invierno. Una noche, un asustado
superviviente les alerta de una caravana
perdida durante meses a varias millas de allí, donde sus miembros han malvivido
alimentándose de los cadáveres de sus compañeros, hasta que uno de ellos ha desarrollado
gusto por el canibalismo y ha empezado a asesinar a sus compañeros. Con intención
de salvar a la última víctima, la compañía parte en busca de los restos del
campamento, pese a las advertencias de su guía indio. Este les advierte que
todo aquel que come carne humana se convierte en Wendigo, y adquiere la fuerza
de su víctima. Los soldados lo toman por supersticiones, pero no sospechan que
el aislamiento pueda haber afectado al superviviente que los acompaña.
Lo más interesante de la película es tomar un elemento mitológico
poco conocido, y crear una historia sencilla, más cercan al suspense y al género
de aventuras, que el cine de terror con efectos informáticos que empezaba a
estilarse en esos años. Con la ambientación, en la América de los fuertes,
los soldados y los buscadores de oro, es imposible no acordarse de los relatos
de Ambrose Bierce. Y por el humor negro, también, ya que esta no está planteada
de una forma completamente dramática, sino que no llegan a tomarse en serio del
todo los personajes y su escenario, jugando un poco a la broma y a lo esperpénticos
que resultan algunos. Lo cierto es que esta parte es la que está peor llevada,
porque aunque al tema de la hipocresía del ejército le sienta muy bien ese
tratamiento, al resto le habría ido mejor una aproximación algo más seria. La banda sonora intenta recoger
esos toques de humor negro, con algunas piezas que adaptan canciones populares
de la época, pero lo cierto es que en muchos casos esta corta bastante el rollo
respecto a lo que se está viendo. No se puede decir que ese intento de montaje
moderno les haya salido muy bien.
En cambio, las interpretaciones contribuyen más al buen
resultado: si Guy Pearce, además de correcto y con la cara menos chupada que
hoy, cumple su papel protagonista, es Robert Carlyle el que lleva el peso de la
película. Con uno de sus primeros papeles internacionales, después de dar el
salto con Full Monty, caracteriza a un antagonista divertidísimo, donde es
capaz de saltar con toda facilidad a un papel de demente salvaje, a otro de
civilizado (pero igual de loco).
Su otra ventaja es lo sutil del aspecto fantástico, y su
forma de enlazarlo con una situación real. El guión juega al despiste con el
tema del Wendigo, no llegando a verse nada sobrenatural y no quedando claro si
todo lo relacionado con él, como la fuerza adquirida por estos caníbales, tiene
una explicación lógica. Además, cuenta con un par de giros que sorprenden
bastante: lo que parecía que iba a empezar con una sucesión de asesinatos y el
enfrentamiento final entre los protagonistas, toma un camino más pausado,
explotando más las dudas entre el tinte fantástico del guión o su versión más
realista.
Ravenous fue en su momento de esas películas que se estrelló
en taquilla. Contaba con buen reparto, un guión con potencial..y se quedó por
el camino. Vista hoy, algunos de sus fallos se notan demasiado, como su montaje
inicial con una música un poco inadecuada, y el no saber conjugar bien el
suspense y el humor negro. Pero en conjunto, se trata de una producción
divertida, a la que se le debería haber hecho más caso, aunque solo fuera por
la interpretación que ofrece Robert Carlyle antes de ser conocido como el Rumpelstinskin
de Érase una vez.
La ví hace bastantes años ya al pillarla de casualidad en Canal+. La recuerdo como un entretenimiento divertido; me llamó mucho la atención ver "al de Full Monty" en semejante papel, aunque ahora no extraña tanto teniendo en cuenta su Rumpelstinskin :P.
ResponderEliminarUn abrazo
En su momento no me extrañó verlo porque estaba empezando a tener tirón como actor en el cine estadounidense. La verdad es que es bastante entretenida, de esas cosillas que pasan desapercibidas y las acabas descubriendo quince años después.
ResponderEliminarDe esa peli me gustó la analogía entre el canibalismo literal de los protagonistas y el canibalismo expansionista americano. Lo de las canciones populares (mucha gente recuerda, de forma especialmente negativa, la persecucion tras la "escena de la cueva") diría que es un resto de cuando el film fue concebido en su origen, como una pura comedia e histrionica, reenfocandose a algo "más serio" con la sustitucion del primer director y la llegada de Antonia Bird. Lo del Wendigo lo utilizan solo como baza al porqué del gusto culinario particular y apunte más o menos sobrenatural para curarse heridas, pero no sé va más allá (ni les interesa) en el mito. Esperando aún una peli más centrada en el Wendigo y, por supuesto, buena. Creo que lo más interesante que he visto relativo a esto, fue una muy pequeña cosa canadiense llamada "Ghostkeeper (1981)", que ya es triste, además demasiado tirante al componente slasher.
ResponderEliminarNo sabía lo del cambio del director y tono, aunque eso explica muchas cosas. La pelícla me gustó (la ví al poco de escribir sobre ella pero era casi de lo poco tirando a terror que se sacó en esa década que no fueran Screams y similares), aunque me desconcertó mucho el cambio brusco de tono, cuando pasan del humor negro a presentar un poco el tema del wéndigo como una historia más de suspense.
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