jueves, 12 de diciembre de 2013

Las increíbles aventuras de H. P. Lovecraft V. Randolph Carter y la Ciudad del Sol Poniente

 
Un gato cualquiera, en las calles de Ulthar
 
H. P. Lovecraft es ese señor que ha escrito una de las mitologías más populares de la literatura de terror moderna, cuya figura ha pasado a convertirse en un personaje de ficción mas y con quien, básicamente, llevo dando la tabarra unas tres semanas a base de listar sus apariciones como protagonista en libros, comics y películas. Pero faltaba la más importante, que sería la escrita por el propio H. P. L. Él era muy aficionado a caracterizar a sus personajes con rasgos parecidos a los suyos (eruditos solitarios, asociales, y un poco racistas. Pero sus fans lo queremos igual), hay uno de ellos que sí sería su propia versión literaria. Se trata de Randolph Carter.
 

Además de contar con un trasfondo muy parecido al de su propio autor, este último opta por llevar un paso más adelante su fuente de inspiración principal, que eran sus sueños y pesadillas. De este modo, Carter se convierte en un estudioso, aislado del mundo, que tras descubrir un artefacto conocido como la Llave de Plata, es capaz de viajar al plano de los sueños. Allí se propone llegar a Kadath, la ciudad donde moran los dioses. Aunque a grandes rasgos este Carter podría definirse como un Howard Philips viviendo aventuras fantásticas en un mundo imaginario, en ningún momento llega a convertirse en una Mary Sue, sino que es seguramente, el personaje mejor caracterizado de todos los que escribió en su vida. Después de todo, la mayoría de sus protagonistas se pasan la vida amenazados, vapuleados y devorados por todo tipo de criaturas imposibles. Este sale mejor parado, pero tampoco iba a ser una excepción.
 Carter aparece en unos tres relatos y una novela corta. El tono de cada narración es muy distinto entre sí, porque según La declaración de Randolph Carter es una historia de terror al uso, con final sorpresa incluido, En busca de la Ciudad del Sol Poniente podría considerarse narrativa fantástica. Esta es la más interesante de los cuatro, no solo por su extensión, sino por su contenido y por su estilo de narración completamente opuesto a lo que uno se acostumbra en H. P. L. Se centra en los viajes de Carter una vez ha conseguido llegar a las Tierras del Sueño, y en cierto modo, no es que haya mucho argumento: el protagonista quiere llegar a una ciudad en concreto, y poco más. Pero en este caso, lo más importante es el viaje, que se describe como una sucesión de paisajes peculiares y de elementos que le gustaban al autor: la mitología clásica, la antigüedad, el lenguaje un tanto barroco, y Los dioses de Pegana de Lord Dunsany, que aún no he leído pero dicen que su estilo de fantasía fue la principal inspiración de H. P. L a la hora de escribirla.
 
Por lo visto, también hay comic
 
El componente puramente fantástico se nota tanto en la estructura de viaje iniciático del protagonista, como en el tono mucho menos amenazador en comparación con otros relatos. El protagonista pasa un par de apuros, pero es salvado en el último momento sin correr demasiado peligro e incluso algunos de los monstruos que aparecen en otros textos, aquí son menos peligrosos e incluso amigables. Además, algunos de ellos, y otros personajes de relatos anteriores, hacen una segunda aparición en estas Tierras del Sueño, lo que es bastante sorprendente: los lugares inventados por él, como Arkham, son un escenario habitual, pero no se espera que recuperara a personajes como el pintor Richard Pickman, al Rey Kuranes y a algún otro que también tiene su papel hacia el final de la historia.
 
Exceptuando las aventuras que podían esperarse en toda historia relacionada con un viaje, En busca de la ciudad del sol poniente no tiene una meta concreta: se limita a describir todo tipo de escenarios posibles y encuentros en un país imaginario. País, que por otra parte, es sorprendentemente bonito y poético. Se trata de una narración puramente fantástica, a la que no es posible buscarle un sentido ni una lógica porque, como pretendía su autor, no es más que un sueño. Pero la mejor forma de describir las aventuras de Carter es refiriéndose a ellas como una bonita historia, y que podría disfrutarse incluso por quienes no sean muy aficionados a los monstruos tentaculados ni a los horrores de otra dimensión. Además, después de terminarla, es imposible olvidar la descabellada invención de los gatos gigantes que viven en la Luna. Rarezas de un autor aficionado a los felinos.


2 comentarios:

  1. José Miguel García de Fórmica-Corsi15 de diciembre de 2013, 11:16

    Inolvidable el librito de Alianza (desde su misma portada) en que se encuentran las aventuras de Randolph Carter. Y el relato principal, "En busca de la ciudad del sol poniente", es una de esas maravillas en las que apetece perderse una y otra vez, en su geografía misteriosa, en su bestiario...

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  2. Si no recuerdo mal, fue el primero que leí, y a uno de los que más cariño le tengo. Sin llegar a la locura de Herbert West, La declaración de Randolph Carter tiene un final bastante shocker, que me recordó un poco a los comics de Cuentos de la Cripta (y posteriormente a El modelo de Pickman). En busca de la ciudad del sol poniente, es simplemente, maravilloso, una mezcla de fantasía y elementos lovecraftianos que no puede compararse con nada.

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