lunes, 23 de septiembre de 2013



Lo que parecía imposible se hizo realidad. Bueno, también parecía imposible hace cuatro años la serie de Game of Thrones y ahí la tenemos, pero yo me refería a otra cosa: una película basada en una novela de zombies. Y no solo una película cualquiera, sino de presupuesto, y adaptando el libro que lo tenía más complicado para verse en pantalla: Guerra Mundial Z. El peculiar reportaje de Max Brooks sobre las Guerras Zombie era un punto de partida interesante para una película sobre el tema que se saliera un poco de lo trillado y especialmente, de los campos de la serie B y Z: haría falta un buen guión y presupuesto para recrear una epidemia como la que describe a nivel global. De este último lo había de sobra, tras saberse que Brad Pitt iba a participar en el proyecto Teniendo en cuenta que no es narrativa, también era un poco difícil presentar un guión que podría parecerse más al falso documental de Confederated States of America o Bando f Brothers que a Dawn of the Dead. Pero una cosa es lo que se imaginen los lectores, y otra lo que hagan los guionistas o lo que exija el estudio de cine, que viene a ser lo que ellos les venga en gana o lo que les recomiende el departamento de Dirección Comercial.



¿Pero realmente pensabais que no me iba a fijar en el detalle?

Guerra Mundial Z, la película del verano, presenta a Brad Pitt en el papel de Gerry Lane, el antiguo corresponsal de la ONU, que tras encontrarse como otros tantos de refugiado tras el estallido de una epidemia de zombies corredores (que dan un plus de mal rollo porque con estos no vale lo de caminar más rápido), debe acompañar a un grupo de seals y un científico a encontrar una posible cura o vacuna para el virus que ha asolado el planeta, a cambio mantener a su familia a salvo en lugar de echarlos a cualquier campo de refugiados. Al chantaje se le suma que la misión empieza a complicarse cuando deben viajar a distintos países recopilando la información necesaria, y que tanto el científico como los soldados se mueren practicamente al poner un pie en tierra. Las ciudades que van desapareciendo tras la epidemia, los accidentes y la información de los personajes le darán a Lane la información necesaria para dirigirse al centro médico de Cardiff e intentar desarrollar una posible vacuna.



El único parecido que guarda con el libro es ir mostrando la situación en distintos países, y aún así, no puede abarcar ni la mitad de lo que el primero refleja. No soy muy mirada con las versiones libres porque siempre puede salir algo interesante, y ahí está Guardianes de la Noche para demostrarlo, por lo que importa poco que cambien a un periodista investigador por un corresponsal especialista en sobrevivir de chiripa a todo. Además, debe ser la primera vez que se ha estrenado una película de muertos vivientes a nivel blockbuster, y eso se nota al no faltarle nada de este tipo de producciones: secuencias panorámicas de las de lucirse, escenarios llenos hasta la bandera de zombies y máquinas que explotan por cualquier motivo. Todo está hecho tan a lo grande como podía esperarse de una película que tenía que competir este verano con Pacific Rim y otras igual de exageradas, incluyendo tanto las secuencias típicas de una película de acción cualquiera como otras tan peculiares como una marabunta de zombies, que me ha gustado bastante por lo original. Claro que siendo la primera de este estilo, tampoco hay material para compararla.


Debo ser de las pocas personas que les ha gustado la marabunta de zombies pero me ha parecido original

El argumento es lo que más pierde, y no solo por comparación con el libro en que se basa. Me gustan las películas que solo están hechas para entretenerse, y desde luego esta lo ha sido, pero al menos que se note un poco el esfuerzo a la hora de escribirlas. El guión de esta es tan simple que llega a parecer un videojuego de fases en el que el protagonista debe ir de un lugar a otro, hablar con un personaje, y pasar al escenario siguiente. Tampoco se molestan mucho en que las situaciones tengan lógica, haciendo que el protagonista sobreviva directamente por exigencias del guión y que en general, toda la trama que envuelve la película sea solo un requisito para hacer un estreno con explosiones y helicópteros. Al menos, sirvió para poder ver a Peter Capaldi haciendo de doctor en el complejo W.H.O antes de estrenar su papel como Doctor Who directamente.

De todas formas, la jugada de ser pionera en este campo, o que en verano no andemos muy exigentes, le ha salido bien, porque se empieza a hablar de una segunda parte con el mismo protagonista. A ver si esta vez se acuerdan de hacerlo un poco menos indestructible, o al menos, de redactar un guión.

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