Las películas de invasiones alienígenas fueron en su día algo muy habitual en los cines estadounidenses. Sobre todo, las ambientadas en pueblos pequeños, que lo mismo servían para contar una historia no muy complicada, o también para que el presupuesto no se disparara. En todo caso, este género acabó formando parte de la cultura popular y es inevitable que muchas películas de serie B actuales se rueden a modo de homenaje hacia estas últimas.
Slither es un ejemplo de esto y su comienzo no se corta a la hora de mostrarlo: un meteorito cae en un pequeño pueblo, sin ser advertido por nadie, hasta que uno de los vecinos se topa con él para desgracia suya y es infectado por una especie de babosa con una intención muy clara: alimentarse de carne, infectar a todo lo que se mueva y extenderse por todo el mundo. Sus actuaciones no son precisamente discretas y, después de varias desapariciones de ganado, la policía empezará a seguirlo para encontrarse con una plaga de babosas que seguirán infectando a lo que quede del pueblo. Además, las babosas tienen la particularidad de formar parte de una sola mentalidad, que sería la del primer alienígena, y con este tipo de bichos solo se puede razonar de una forma: con fuego, y en grandes cantidades.
El argumento es en un principio, el típico de esas películas de invasiones: nadie se entera del meteorito que cae, y encima, todo sucede justo cuando hay más movimiento en el pueblo, en este caso, la temporada de caza. La vocación de parodia se nota desde el principio, mostrando un pueblecito típico americano…la mar de feo. En unas cuantas secuencias, no se cortan en mostrar a unos lugareños bastante poco agraciados y con pinta de cazurros, además de un cuerpo de policía que, hasta hace muy poco, no tenía que enfrentarse a grandes peligros, pero que por suerte, y gracias a ser zona de caza, tienen un buen arsenal a su disposición. Tampoco faltan personajes un tanto tópicos que no se toman mucho en serio, como es el caso del alcalde que se pasa media película gritándole a todo lo que se mueve, esposas insatisfechas, unas cuantas víctimas y un policía como protagonista que pase lo que pase, mantiene una expresión impasible.
Aunque técnicamente sea una película de alienígenas, tampoco faltan los guiños a otros monstruos que han ido apareciendo en las películas de bajo presupuesto, y además de babosas y mutantes de distinto tipo (con bastantes tentáculos incluidos), hay varias secuencias con infectados que no dudan en desplazarse tambaleándose y alimentándose como zombies. Una de las últimas secuencias, en la que las víctimas se van acercando a la casa donde se encuentran los protagonistas, no quedaría fuera de lugar en cualquier otra película que incluyera muertos vivientes. Y como una película de alienígenas no sería tal si no explicaran un poco de dónde vienen y qué pretenden, en Slither tampoco falta, pero resuelto de una forma más novedosa que la explicación científica o la teoría de cualquier personaje. Han pasado años desde las primeras películas del tema, y es normal que el lenguaje a la hora de desarrollar el guión haya cambiado y se haya adaptado a otros tiempos.
El reparto, al menos el de los personajes principales, está a la altura de un guión tan pensado para el público geek: el protagonista es Nathan Fillion, que fue el capitán Mal en Firefly, y que mantiene una actitud sarcástica pase lo que pase, y en el peor de los casos, lo mismo conserva la cara de poker frente a un nido de babosas, que ante un alienígena lleno de tentáculos. De antagonista involuntario, y con bastantes kilos de latex encima, está Michael Rooker, hoy conocido por su papel de hermano más bruto de Daryl Dixon y con una caracterización, antes de convertirse en monstruito, que me recordó un montón a los sketches de Cabeza de Viejo, Cuerpo de Joven de Muchachada Nui.
Los efectos especiales son muy correctos, y para alegría de los aficionados a la serie B, recurren a métodos tradicionales: cuando se fabrica un alienígena a base de latex y prótesis, se verá mucho más físico, y sobre todo, más artesanal, que los pegotes infográficos que se veían en otras películas de esos años. En algunas secuencias no queda otra que recurrir al ordenador, sobre todo para rodar un meteorito estrellándose, un escenario de otro planeta o sacar muchas babosas en pantalla, pero no se abusa y es una suerte, porque en una de las últimas secuencias se nota bastante que el departamento de informática no era el punto fuerte de la producción.
Con hora y media escasa, un reparto bastante freak y su intención de homenajear, y de paso, tomarse a broma un género tan de serie B como los alienígenas, Slither funciona y conserva también su punto terrorífico. Pero, incluyendo también los guiños a los zombies, y a sus efectos especiales hechos a mano, es normal que me ganara desde un principio.
Esta no se salva ni por Nathan Fillion.
ResponderEliminarA mí me parecio divertidísima y muy frikaza...tengo debilidad por los efectos especiales de goma.
ResponderEliminarUna preguntilla, una película de terror sobre un joven que no se come un rosco y es el marginado del instituto, que mata vampiras con una ballesta, un amigo la está buscando y a mí no me suena de nada, gracias por anticipado :)
ResponderEliminar¡Ah! Y debe ser de los 80 o por ahí.
ResponderEliminarLa única que me viene a la cabeza con ballestas y adolescentes un tanto marginados es la versión antigua de Noche de Miedo...pero seguiré investigando.
ResponderEliminarParece que no es ninguna de las más conocidas ni noche de miedo, ni Jóvenes Ocultos, ni Near Dark, Lifeforce, El Vampiro Adolescente, ni Mordiscos Peligrosos, está mirando a ver si puede ser Vamp, pero me temo que tampoco... Nosotros también seguimos buscando, pero mi amigo tiene preguntas siempre muy complicadas.
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