jueves, 20 de diciembre de 2012

Lecturas de la semana I. Esta vez ha tardado


Ha pasado casi un mes desde la última entrada sobre libros, y aunque lea bastante rápido, esta vez me ha costado porque empecé La Voz de las Espadas, y sus 1000 páginas (según recuento del ebook) me han ocupado mucho tiempo. El siguiente que elegí no era precisamente más corto...pero estos dos se quedan para la siguiente entrada, si es que consigo terminar el segundo para final de año, por lo que le toca aparecer a los que me terminé antes de embarcarme en semejante número de páginas.
 

Sven Hassel. Los panzers de la muerte. Con este autor olvidé que pasaba una cosa: es imposible terminar un libro suyo sin enganchar otro después (que al segundo o tercer tomo se frene el ritmo depende de los ánimos o del tipo de lector), y tras acabar La Legión de los Condenados, empecé con el siguiente.

Recordaba estos dos como los mejores de la serie, y de hecho lo son, aunque el primero sigue siendo el que podría pasar por una novela más o menos autobiográfica. En Los Panzers de la Muerte, como ya avisa el autor, recupera a sus protagonistas, que murieron la mayoría en la guerra, y cuenta con más detalle sus desventuras en la campaña de Rusia. La principal diferencia es que aquí desaparece algún personaje que estuvo con el grupo durante la guerra, mata a otros sin intención de resucitarlo, y sobre todo, aparecen los que serían dos de los más conocidos en las aventuras del Batallón Penitenciario: Hermanito y el Legionario.

Aún siendo literatura de entretenimiento, una de las principales críticas que siempre tuvo fue la incongruencia a la hora de tratar a los personajes, que aparecen y desaparecen de un libro a otro…Y aquí se nota a la legua: al principio se menciona que uno de los soldados es arrestado y sobrevive a la guerra. En la última parte, ese mismo soldado muere durante un ataque ruso ¡Eso son cambios de universo y no los de Fringe!

El tono del libro sigue siendo bastante desolador, a lo que también ayuda la situación de los protagonistas en Rusia, el frío y lo poco que se corta Hassel a la hora de describir las atrocidades de un conflicto: las descripciones de batallas con tanques, lanzagranadas y peleas cuerpo a cuerpo, que no desentonarían en un Hazañas Bélicas o incluso en un Call of Duty, se mezclan con capítulos en los que los protagonistas se mueren de hambre, frío, y en los que los aldeanos llegan a estar en peor situación. De hecho, es el último que consigue mantener ese tono por completo, y en el que las situaciones humorísticas o absurdas llegan a ser lo bastante realistas. Los siguientes entran de lleno en lo exagerado, pero….me leí los 14. Eso será porque me gustaron lo suyo.


Jean Ray. Le livre des fantômes. Encontrar hoy novelas de este escritor belga es difícil. Pero encontrarlas en versión digital lo es todavía más, exceptuando Malpertuis y alguna de sus recopilaciones de relatos más conocidas. Encontrar este (la gata. Lo encontró la gata. Yo no infrinjo copyrights) fue toda una alegría, porque me he leído todo casi lo que ha escrito y puedo asegurar que este tipo nunca consigue aburrirme: a Jean Ray no se lo lee por su calidad literaria, sino por su imaginación a la hora de crear situaciones y aprovechar todo lo que él conocía, desde la mitología clásica hasta el folklore popular, para escribir todo tipo de relatos y novelas.

El título no engaña, y este libro es una recopilación de cuentos de fantasmas, aunque también se cuelan otras que poco tienen que ver con los espectros, pero que son sorprendentes: desde restaurantes fantasmas hasta la posibilidad de viajar a otra dimensión gracias a una botella de cognac. Esta claro que este hombre no es M. R James, pero nunca le hizo falta.

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