La imagen es claramente falsa porque los gatos viven en la cara oculta de la Luna
A día de hoy debe haber un montonazo de adapciones de videojuego al cine, pero lo difícil debe ser encontrar una que realmente esté bien, aún quedándose fuera las películas de Uwe Boll. Igual el error está en el tipo de juego que escogen, que generalmente son de lucha o incluso, de los de disparo, que tampoco es que haya gran cosa que contar por mucho que se esfuercen en ponerle un argumento ¡al final todo se reduce a dispararle a cualquier bicho que se mueva!
En el 2005 a un videojuego que llevaba dando vueltas por los ordenadores desde los noventa: Doom era de sobra conocido gracias a su marine que deambulaba por los corredores de una puerta al infierno en el planeta Marte por la que aparecían monstruos y zombies todo lo aterradores que los pixels permitían. La idea de hacer una película no era del todo mala, porque entonces empezaban los primeros pasos de la moda zombie, y el argumento del juego sí daba para una película de acción y algo de terror sin muchas complicaciones. Incluso consiguieron un reparto que, sin salirse del presupuesto tenía algunas caras conocidas: Don The Rock Johnson, en otro de sus intentos de hacerse un hueco en el cine de acción, aparece como sargento de una expedición militar, y Karl Urban como soldado, unos años después de aparecer como Eomer en el Señor de los Anillos, y unos años antes de obtener su primer papel protagonista en el que se pasaría la película con la cabeza metida en un casco. Eso también es mala suerte.
Pero como los estudios de cine sí que deben ser especialistas en darle vueltas a lo más simple y olvidarse de lo que podría tener éxito, decidieron tomar el argumento en cuestión y meterle algo más de jugo. O más bien, repetir fórmulas que no exijan mucho esfuerzo, como sería la del comando de turno metiéndose a una misión peligrosa, en lugar de quedarse con la historia del único superviviente que debe atravesar los restos de la base en Marte. Seguramente eso implicaría más giros de guión y dosificar mejor la tensión del argumento, por lo que el Doom que llevaron al cine incluye a un grupo de militares que, tras atender una alarma en una base de Marte, deben cerrarla y antes, acompañar a una científica a recoger los datos de una investigación (o algo por el estilo, porque cuando echaron la película en Neox, había empezado hacía diez minutos). La investigación no se limita a ser un estudio arqueológico, porque los restos encontrados corresponden a una raza de criaturas superiores y que para ello, habían sido capaces de alterar su propio ADN, cosa que, teniendo en cuenta que sus huesos acabaron en la mesa de un laboratorio, no debió de ir muy bien.
El grupo de militares incluye un poco de todo tipo de personajes: el sargento un pelín totalitario, el novato, el desagradable/traidor, el chistoso, el religioso y al protagonista, hermano de la científica con lo que ya hay algo más de drama servido. No es que esto sea muy importante porque lo que hacen todos es ir cayendo uno detrás de otro, o convertirse en zombie/mutante debido a las mordeduras de los monstruos hasta que solo queden dos de cara al enfrentamiento final. Para esto aprovechan bastante todo tipo de pasillos y laboratorios mal iluminados, en los que no llega a verse bien las criaturas, y el excesivo parpadeo de las luces, sean las bombillas o los disparos, tampoco ayudan mucho, pero se sabe que, cuanto menos se vea, menos hay que invertir en efectos especiales. Otra cosa es pasarse porque me dio la impresión de que la película se pasó más de la mitad del metraje a oscuras. Es más, también da otra impresión, la de haber demasiados personajes que no hacen otra cosa que morirse mientras la científica va explicando a ratos lo que pasó en el laboratorio y el origen de las criaturas.
En un principio, Doom se habría quedado en una película de acción más bien mediocrilla, en la que ni interesan mucho los personajes, ni como los liquidan, ni la historia, mil veces vista. Pero el fallo más gordo fue saltarse a la torera la premisa del juego, sustituyendo el tema del portal al infierno, los demonios y los humanos poseídos, por un experimento de manipulación genética que salió mal, sueros para alterar el ADN y su superhombre para salvar el día. Seguramente fue un intento de ofrecer un argumento más actual y sobre todo, similar al exitoso Resident Evil (o igual, para no complicarse tanto en cuanto a efectos especiales y ahorrarse los portales a otra dimensión). Cuando un videojuego de disparo está basado en demonios y cosas dimensionales, el público y sus fans serán lo que espere, y si se deciden a cambiarlo, más vale que el argumento sea bueno.
La realización es todo lo correcta (y aburrida) que se podría esperar en una película de este estilo. O lo era, hasta el momento en el que a alguien se le ocurrió hacer un guiño al videojuego original y su perspectiva en primera persona: nada menos que cinco minutos seguidos en el que la cámara se mueve a toda velocidad matando a cualquier bicho que se le pase por delante, en una toma de video que parece directamente sacada de un juego de PC. Aunque seguramente la intención de Doom sería sacar otra franquicia de éxito como es Resident Evil, la jugada no salió bien y se quedó en una peliculilla que, de no haberme coincidido de encontrar en la televisión, seguramente ni se me hubiera ocurrido parar a verla.
Y como hoy la cosa va de planetas, otro detalle marciano: Richard Brake, el soldado desagradable/traidor, aparece en el videoclip de Knights of Cydonia, de Muse. De nuevo, haciendo de malo. Pero creo que tiene más arte la minipelícula de cinco minutos de Muse que la hora y media larga de Doom.
Un poquito de calidad para empezar el día
Quizás lo más curioso es esa escena en primera persona como guiño a los "jugones", pero en lo demás la película muy floja.
ResponderEliminarLa escena de primera persona modo shoot'em up es graciosa. Faltaba el god mode con los ojos amarillos en la barra de vida y las teclas iddq. Jejejejeje.
ResponderEliminarY sí, evidentemente, Doom me pareció un truñaco bien fermoso. The Rock me pareció particularmente insoportable aquí.
La verdad es que poco honor hizo la película a un juego tan mítico como el Doom 2 (o el más moderno y posterior en cualquier caso como el Doom 3).
A mí a pesar de todo, sabiendo todo lo que le falta, como peliculilla infecta de acción me pareció bastante aceptable. Supongo que la vi con muy bajas expectativas en su momento. Eso sí, hay que decir que el potencial para hacer un pepinazo de película con todo el rollo de los portales al infierno (EN MARTE ADEMÁS, JODER) y un toquecito un poco más demoníaco y perturbador (¡y el personaje de Betruger! <3) está tirado a la basura. Y es una auténtica pena, porque ahí había mucho donde rascar. Podía haberse hecho algo TAN épico...
ResponderEliminarsatrian: seguramente es lo más llamativo, pero como secuencia queda muy cutre.
ResponderEliminarEx Nihilo: no me acordaba yo del god mode,solo era lo que le faltaba. Y anda que menuda carrera lleva The Rock encima.
Nof Low: tú lo has dicho.
Portales al infierno.
Portales al infierno en Marte.
Y encima tenían al Doom 3 con Betruger.
En su lugar hicieron Doom, la película.
No sé lo que estarán tomando en Hollywood, pero no les sienta bien.