miércoles, 9 de mayo de 2012

Legend (1985). Hadas, pajaritos y un enorme señor de la Oscuridad


Así es como todo gato se siente en el fondo. Aunque se llame señor Bigotitos

Lo crean muchos o no, en los ochenta también se hacía cine fantástico, y del bueno. Naturalmente, no había grandes paisajes infográficos ni multitudes, y el éxito que tuvieron las películas de esa quinta hicieron que salieran miles destinadas al videoclub, altamente cutres la mayoría. Pero, para qué negarlo: en la época en la que se rebobinaban cassettes con un boli bic, los estándares de cutrerío eran sorprendentemente bajo.

Hoy se recuerdan casi todas con nostalgia y algunas se consideran de culto, que, en algunos casos, no quiere decir que la película en cuestión hubiera sido una obra maestra, como fue el caso de Legend.


Si no se acercaba al unicornio, no se quedaba tranquila

A Ridley Scott, después de petarlo con Alien, y antes de dejarnos sin Las Montañas de la Locur…digo…de estrenar Prometheus (sí, yo todavía estoy penando), se le ocurrió rodar una historia con lo más básico que puede existir en el campo de la fantasía: la lucha entre la Luz y la Oscuridad, y la participación en esta de personajes tan reconocibles como princesas, hadas o duendes. El planteamiento es muchísimo más simple que películas más (presuntamente) orientadas al público infantil como fueron las de Jim Henson: Lili es una princesa aficionada a recorrer los bosques y a cantarle a los pajaritos, y Jack un chico asilvestrado que vive en el bosque y puede hablar con los animales. A la protagonista no se le ocurre otra cosa que acercarse a acariciar unos unicornios, cosa que está prohibida y que el Señor de la Oscuridad aprovecha para intentar acabar con ellos. El resto es una historia sobre búsquedas, en este caso, de la princesa por parte del protagonista, y de intentar salvar a los unicornios, y del obligatorio enfrentamiento entre el bien y el mal.



Y así, queridos lectores, fue como me alejé de la senda de la cordura y me volví geek

La falta de complejidad de la historia hace que a Legend se la recuerde con más cariño por sus secuencias y personajes que por el guión en sí. Porque como Señor de las Tinieblas tenemos a nada menos que Tim Curry, caracterizado de demonio colorado, con pezuñas, una cornamenta de aquí a Lima, que sumado a su particular voz y su diálogo, hace que sea uno de los personajes más recordados de la película, aunque salga poco. De hecho, es la parte de los pantanos, el bosque más oscuro, y el castillo de este personaje a lo que se le nota más esfuerzo, aunque al resto del metraje también se luce: las caracterizaciones de los duendes son muy buenas, incluso aquellos a los que les tocó llevar maquillaje (por supuesto, todos enanitos. Cosa que hasta Juego de Tronos había caído en desuso), y las escenas del bosque en el principio puede decirse que son bonitas, además de haber sido trabajadas con una tonalidad muy viva, que da la sensación de cuento de hadas que estaban buscando. En cambio, es la parte más alegre la que cojea un poco más, ya que a día de hoy, resulta un poco ñoña: alguien no se dio cuenta que una princesa canturreando en un bosque puede quedar bien en una de Disney, y sobre todo, de dibujos. Pero cuando en la siguiente parte la historia, por simple que sea, se vuelve algo más siniestra, el conjunto hace que sea un poco chocante.

En el peor de los casos, uno puede olvidarse de los números musicales y disfrutar al menos de la fotografía, y sobre todo, de la totalidad de la película ¿Simple? Puede, pero eso sirvió para que recordara la escena del baile con el maniquí y las apariciones de Tim Curry durante años.

Nightmare fuel a la vieja usanza ¡Y con la música de Tangerine Dream es todavía peor!

5 comentarios:

  1. A mí me sigue encantando la película y sigo viéndola de cuando en cuando. Recuerdo que la boca del señor de las tinieblas era la entrada a una de las peñas de mi ciudad de nacimiento.

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  2. Jejejeje. Mil veces antes "En las Montañas de la Locura" que "Prometheus". Legend, pues es lo que es, pero la voz de Curry (y su personaje en general) mola y la cinematografía es una jodida maravilla.

    Un saludo.

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  3. Satrian: en cuanto la encontré en Dvd, me la traje para casa, y todavía la vi un par de veces...pero esta última vuelta fue con el Director´s Cut bajado de bittorrent.

    Ex Nihilo. Es que no lo perdono ¡Llevamos años esperando por una adapción de Lovecraft a lo grande!
    Otra imagen de Legend para el recuerdo: la momia que resucita y se lleva a uno de los goblins. Lo de los zombies me venía de antes.

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  4. La música de Jerry Goldsmith es mucho mejor. Aquí dejo un enlace al vals que compuso para esa misma escena (no lo he encontrado con imágenes de la película, pero podéis haceros una idea): http://www.youtube.com/watch?v=CtU4TEhayR4

    Y este es el corte final de la película:
    http://www.goear.com/listen/69c7419/legend-jerry-goldsmith

    No sé si aún estará a la venta, pero debo haber oído como un millón de veces ese CD. Cuando me vuelvo obsesiva con algo...

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  5. La copia que estuve viendo (por enésima vez) venía con la banda sonora de Jerry Goldsmith, aunque estoy convencida de que la secuencia seguiría siendo genial aunque le pusieran la música de Benny Hill.

    Si te contara lo machacado que tengo el cd con la BSO de La sombra del vampiro...

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