sábado, 10 de diciembre de 2011
Lecturas de la seman...mes. Hoy, Especial Francia
Garantizado un 50% mínimo de chovinismo
Llevo una temporada sin subir ninguna entrada sobre libros, cosa que venía siendo habitual y empezaba a echar de menos. Y aunque los más habituales sean de fantasía, terror, o que incluyan algo del estilo, esta vez, además de haber enganchado una retahíla de novelas realistas, vienen todos del mismo sitio: Francia. El caso es que ha coincidido así, en ningún caso me he dicho “Eh, voy a empezar a leer autores franceses y después los comento”.
Irène Némirovsky. Suite Francesa. Aunque ucraniana de origen, el francés fue su idioma principal a la hora de escribir y de vivir también, ya que se trasladó a Francia muy pronto. Sus libros, a título póstumo, empezaron a darse a conocer a finales de los noventa gracias a sus hijas, que conservaron sus manuscritos. Suite française fue su última novela, no terminada puesto que la deportaron a Auswitchz en los años cuarenta. En ella se describe la progresiva ocupación de Francia por los alemanes, desde la estampida de los franceses ante la llegada de las tropas, hasta la convivencia de estos con el ejército invasor. El libro se ocupa de personajes de distintos niveles, desde simples oficinistas, hasta gente bien llegada a menos, pasando por grandes banqueros. Y aunque queda la duda de si se trata de un relato realista, o un tanto suavizado de la ocupación, me sorprendió especialmente el tratamiento que le da, describiendo una convivencia un tanto incómoda pero marcada por el vive y deja vivir.
Sébastien Japrisot. El verano asesino. Japrisot tiene bastante fama en su país, e incluso varias de sus novelas se han adaptado al cine. De hecho, también trabajó como guionista y realizador. Sin ser policiaco exactamente, la mayoría de sus novelas incluyen algún crimen de por medio, siempre realacionado con cuestiones pasionales, y en la mayoría de los casos, de carácter trágico. L´été meurtrier vendría a ser una historia de venganza, sin meterme en más detalles porque el argumento está muy relacionado con los giros finales, dividida en capítulos titulados “El verdugo”, “La víctima”, “el acto de acusación” y “La sentencia”, cada uno, desde el punto de vista de un personaje. La acción se desarrolla en un pueblo de montaña francés, durante el verano en el que uno de los protagonistas conoce a Elle, la hija de una austriaca, a la que llaman despectivamente “Eva Braun” (los franceses, otra cosa no, pero se gastan una mala baba..). Con el matrimonio de ambos de por medio, se irá descubriendo las historias de la señora Wieck, Elle, su hija, y la relación con el protagonista y su familia. El ambiente resulta claustrofóbico, refiriéndose continuamente al pesado calor del verano, y a la estrechez de miras de las gentes del pueblo, y a las propias rarezas de los personajes, que tienden a resultar un tanto extraños y enfermizos en la mayoría de los casos.
Philippe Delerm. El primer trago de cerveza y otros placeres minúsculos. Nunca entendí muy bien qué era eso de “poema en prosa”, ni el libro de literatura se encargó de explicarlo tampoco, pero por lo visto, son los textos de este libro: una recopilación de pasajes breves, que recogen temas cotidianos: el paquete de pasteles de los domingos, los viajes en automóvil de noche, o en trenes regionales…y por su puesto, lo bien que sienta el primer sorbo de cerveza…Yo pensaba que esta fijación con la mística de las comidas era algo que solo le había dado a Proust con su magdalena, pero Delerm también habla de las sensaciones asociadas a este tipo de pequeñas cosas, desde un punto de vista más nostálgico, ligado a la infancia, y escrito con una gran sencillez. Algunas situaciones que describe son mas propias de la cultura francesa, pero la mayoría, como echarse la siesta viendo la vuelta ciclista, son más comprensibles. Eso sí, no acabo de entender cómo puede considerar bonito y nostálgico la tarde de domingo: ¡si solo con pensar que al día siguiente tenía que ir al colegio, se me ponían de corbata!
Ya tomé nota de Némirovsky y me he fijado en la fotografía con su enorme gato!! Además, tiene un rostro muy interesante. De los otros autores, especialmente el segundo me gustaría saber si hay traducciones en español, pues mi francés es penoso. Me parece que tú si lo hablas y no sabes la envidia que me da, pues hay un montón de escritores franceses que me gustan, empezando por Baudelaire y Victor Hugo.
ResponderEliminarAy, hija, el gatico de hoy tan francés me encanta!!!
Ah, al hilo de la anterior entrada, te aconsejo el libro de Jane Eyre, es maravilloso!! Y la historia de las Brontë, de la que imagino que habrás leído algo es muy interesante.
Besos!
Ana.
Por suerte, todos estos libros están traducidos y editados en España, y aunque sí los leí en francés, dejé los títulos traducidos por si le interesaban a alguien. Es un idioma en el que no me queda otra que leer un poco de todo ya que en la biblioteca tienen obras muy generalistas, y no mucho de género fantástico. Pero tienen por ahí una recopilación de Claude Seignolle que, en cuanto reduzca la pila de libros pendientes, cae fijo.
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