viernes, 16 de septiembre de 2011

Harry Potter y las Reliquias de la Muerte II (o como J. K. Rowling creó fama y se echó a dormir)



"Y Gato Potter venció a Voldemort destrozándole las cortinas"

Para no ser una serie que me interese, con Harry Potter he pasado por el aro a base de bien: he leído los libros, al menos los seis últimos, y visto todas las películas, y, también al menos, he pagado por las seis primeras. Ya puestos, al lío, y esta semana decidí ver la última entrega de la saga.



Espada y capote mágicos. Lo mismo sirven para acabar con el Señor Oscuro, que con el Quinto de la Tarde

Tras una primera parte que me convenció por completo, gracias a un enfoque más adulto, muy lejos de cómo empezó la serie, y sobre todo, por haber cambiado las secuencias de quidditch por Ralph Fiennes acompañado de una culebra enorme (y por una canción de Nick Cave, en un momento dado), en esta segunda parte, los protagonistas siguen su búsqueda, en una situación todavía más dramática: apenas queda quien se enfrente a los seguidores de Voldemort, el ministerio y el colegio están bajo su control...Puede que haya varitas y conjuros de por medio, pero lo que ha sucedido es un golpe de estado y una dictadura en toda regla. Para acortar la historia, no les queda otra que encontrar las restantes objetos donde el villano escondía su alma y destruirlos, cosa que, tratándose de la película que se trata, van a conseguir aunque pierdan a algunos personajes de por medio. Sabiendo lo que va a pasar, no queda más remedio que disfrutar con lo que va saliendo en pantalla, que en este caso, no son los protagonistas sino la ambientación y los secundarios. Y es que, frente a los libros y películas anteriores, donde Harry Potter era el héroe indiscutible (y en muchos casos, un Mary Sue de cuidado), el resto de estudiantes y magos intentan hacer frente a lo que sucede, haya noticias del protagonista o no las haya. De hecho, el enfrentamiento entre Voldemort y uno de los estudiantes, que hasta entonces había sido el torpón oficial de la serie, resulta mucho más dramático que el duelo final entre los personajes principales.



Por si no fuera poco el estar hecho un ecce homo, encima lleva una chaqueta horrible

El resto, tanto las interpretaciones, como la ambientación, mucho más gris que las anteriores, y sobre todo, la forma de condensar las tramas, quedándose con lo más importante, en lugar de alargar malamente todo lo que salía en los libros, me ha convencido. También es cierto que, a estas alturas, una historia siniestra sobre cómo derrotar a un mago malvado que aterroriza inglaterra, me parece mucho más divertida que un niño de once años dando vueltas con una capa que lo hace invisible.

4 comentarios:

  1. Puesto así tu última frase lleva toda la razón, pero hay que darle algo de vida a los personajes antes del final apocalíptico :P
    A mí me gustaron mucho las dos partes finales.

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  2. Hombre, es que es normal que a los lectores más mayores nos gusten más los tres últimos libros por todo lo que contienen. El problema que le veo a la saga es que desde un principio estaba pensada para lectores de once años, cosa que la gente parece haber olvidado, y a un libro para niños de esa edad no le voy a pedir más profundidad ni personajes complejos.

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  3. A falta de leerme el último libro, he sacado dos conclusiones: primera, que el Voldy le dura medio asalto a Dean Winchester; y segunda, que el susodicho Voldy se habría ahorrado muchos problemas si se hubiera dejado de varitas y hubiese ido a visitar a los Potter con una recortada.

    Bueno, cuando acabe con ellos voy a escribir una entrada, pero de momento adelanto que sigo pensando que el peor defecto de los libros (que "canta" más a medida que se va oscureciendo el argumento)es ese empeño en mantener el punto de vista único a toda costa. Como los lectores solo sabemos lo mismo que Harry, cada vez que hay que darnos información, Juanita tiene que mandarlo a escuchar detrás de alguna puerta, oír algo por casualidad o ponerse la capa invisible. Eso lo encuentro algo pesadito.

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  4. Yo también creo que Voldemort no duraba un asalto contra Hugo Rune, que le da mil vueltas como mago (seguramente, su resurrección se produciría en Brentford).
    En cuanto al punto de vista único, fue una elección bastante mala una vez que la autora decidió continuar la serie y sobre todo, expandir el mundo de los magos, por pesadez a la hora de narrar y por dar demasiada sensación de que todo gira en torno al protagonista. Pero peor es el mote de "Quien tu ya sabes": para el primer libro pasa, pero en los siguientes, es un poco ridículo el que unos tipos hechos y derechos llamen así al mago más peligroso de la historia.

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