sábado, 12 de junio de 2010

Lectur..compras de la semana

Este, más que un gato, parece una pelusa grande encima de un libro

No hacía mucho escribía que La Pila estaba acercándose a su fín. También me había propuesto no comprar más libros en lo que me quedara de vida (nota: regalos no incluidos en el acuerdo) y hacer uso de la biblioteca…Pero una cosa es proponérselo, y otra muy distinta, cumplirlo. La voluntad no es fuerte, y las librerías con material en inglés, cada vez más numerosas.



David Wellington: Monster Island. A muchos les sonará parte del título por haber sido publicado en España como Zombie Island, en todo un ejemplo de cómo vender una novela en plena moda de los zombies, haciéndola más obvia. En un principio, no me interesaba lo más mínimo gracias al argumento de contraportada: eso de las “colegialas soldado” yendo a matar zombies me sonaba más a historieta manga chorras que a una novela de zombies que pudiera interesarme (y eso que a mí me interesa cualquier cosa). Por suerte, una investigación más profunda reveló lo potencialmente demencial y divertido de la historia, con esa república africana convertida en matriarcado y siendo uno de los pocos países capaces de sobrevivir a la invasión zombie gracias a su amplio número de niños-soldado. El argumento me pareció una vuelta de tuerca tan demencial que no pude evitarlo y me dije “A la saca”.



A efectos prácticos, esto es lo que evoca la palabra Liche

David Wellington: Monster Planet. Mis ganas de traer libros eran grandes, pero mi presupuesto era limitado, por lo que preferí traerme la última parte de la trilogía de Wellington, saltándome Monster Nation, que era tipo precuela. Podría pasar perfectamente con el primer libro, que es autoconclusivo, pero este tenía bastantes puntos a favor: sucede varios años después de la primera historia, por lo que aumenta el factor “después de la caída de la civilización” y encima, uno de los personajes es un liche ruso que va por ahí con una horda de muertos vivientes. Un argumento, que, como la mayoría de las veces, es demasiado llamativo como para no fijarse, y que provocaría a Hewl poner cara de circunstancias.




Sergei Lukyanenko. Daywatch. Hay dos tipos de personas en el mundo: a los que les gustó la saga y las películas de Guardianes de la noche, y los que no. Yo estoy en el primer grupo, habiendo visto en su día las dos películas y comprado el primer libro de la saga en la abusivamente cara edición de Ediciones B. La principal diferencia es que, exceptuando los personajes, los libros se parecen a la película como un huevo a una patata, pero, con lo que me habían gustado, lo tomé más como un 2x1 que como una falta de fidelidad al original. En Los Guardianes del Día la historia se cuenta desde el punto de vista de “los malos”, si es que se puede usar ese nombre, porque la historia es rara, rara, y no hay malos al uso. Eso sí, lo que más me llamó la atención en su día era la pinta de mafioso ruso que le habían puesto al jefe de los guardianes del día.

Después de esta tanda, creo que no voy a comprar mas lib..ehm, no, dejémoslo correr.

2 comentarios:

  1. Uuuuy que forgotten realms es esa foto de Liiiiiiich :P.
    Ni me convenció Guardianes de la noche.

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