¡Este es el culpable de la vagancia de nuestros jóvenes y jóvenas!
Nada me satisface en este momento. Ya he comentado lo suficiente el inicio de temporada del Doctor Who (además, estoy ahorrando fuerzas para el tercer episodio con los Daleks y los Nazis, entrada que tendrá el mayor número de exclamaciones jamás escrito), y la ruptura de Penny y Leonard no me ha parecido tan interesante como para hablar de ella. Además, aún es miércoles y todavía no han emitido el famoso episodio musical de Fringe. Podría limitarme a quedarme mirando al vacío y no escribir si todavía pudiera echar mano de Hewl, pero desde que se compró un portátil está tan entretenido abriendo y cerrando documentos que no hay quien lo centre. Más o menos, como una servidora.
¿Puedes deletrear la palabra masoquista?
Comics. Finalmente me decido a continuar la lectura de Akira y acudo a la biblioteca a recoger los siguientes tomos. Bueno, y a devolver los otros, que vencía el plazo. El préstamo no estuvo exento de altercados porque el ordenador insistía en que me había quedado desde hacía mes y pico con un ejemplar de El guardián entre el centeno. Si, hombre, con lo poca gracia que me hizo el libro, me voy a dedicar a secuestrarlo y recibir cartas amenazantes de la Biblioteca. Si aún fuera el Necronomicón…Al final la novela generacional de marras estaba en su sitio y no les quedó más remedio que restaurar mi honor y la sanción de mi carnet.
La portada es fea como he visto pocas
Libros. Termino Silver Tongue, una de esas sagas infantiles de las que salen ahora a puñados y que no saldría publicada en España porque la premisa es demasiado británica: una guerra entre las estatuas antropomórficas de Londres y las gárgolas. La historia es bastante variada e incluye bastante más tragedia y personajes inquietantes de los que me esperaba en una novela pensada para niños entre once y trece años.
Empiezo Gods and Fighting Men, de Lady Gregory, una señora irlandesa coleguilla de Yeats, que recoge todas las sagas habidas y por haber de la mitología irlandesa. Tiene buena fama por ser la adapción más fidedigna (hay por ahí un montón de recopilaciones, encima con ilustraciones de Brian Froud), aunque son unas 500 páginas a un tamaño de letra inferior al 8 de Times New Roman. Que dios me asista porque va a ser una tarea ardua…
Eso es todo por hoy ¡Feliz resto de semana!
Los problemas con las bibliotecas, uuuf, alguna discusión que otra he tenido también.
ResponderEliminarExcepto este, no he tenido ninguno, aunque el plazo de quince días para leer me agobia un poco a veces. Eso sí, ando disgustadísimo porque algún sinvergüenza ha mangado el ejemplar de Zombie Island ¡Con las ganas que tenía de leerlo!
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