jueves, 29 de abril de 2010

Bored to Death, haces honor a tu nombre y te abandono



Mirad bien para el cartel porque es lo único que merece la pena de toda la serie


Desde hace casi un año tenía esta serie en el disco duro para verla cuando San Pedro bajara el dedo, me acordara, tuviera tiempo, o directamente, me diera el aire y empezara a verla.

Lo que ha sucedido con ella es algo muy inusual, porque suelo terminar todas las series, y el dejar a la mitad alguna es algo que solo me pasó con Freaky Links, de lo noventera y aburridilla que era.

Bored To Death ha durado cuatro capítulos antes de decidir que me estaba produciendo la misma sensación que su título y mandarla al Purgatorio de las series.
¿Por donde empezar? Sí: hace unos días leí en un blog, en el que se hacía un recuento de series abandonadas, dejando esta porque para ver modernos, bastaba con salir a Barcelona: esta ha sido la definición más acertada que he visto nunca sobre una serie. Así que, bloguero autor del comentario, no dudes en pasarte por aquí y recibir mi agradecimiento eterno. Entre otras cosas, porque aunque me maten, en este momento soy incapaz de recordar dónde lo leí.

¿Y qué ofrece Bored to death? La perspectiva es cuando menos simpática: un tipo, prototipo del judío neoyorkino (pequeñuco, neurótico y narizón) lo abandona su novia por darle al bebercio, a la marihuana y ser irresponsable. Este, en un arrebato de cogorza o un estado similar, decide poner un anuncio en Internet como detective privado sin licencia. A partir de aquí comenzará a resolver casos cada cual más bobo, desde una hermana que lleva días sin llamar, una supuesta infidelidad, o devolverle el monopatín a un niño de nueve años, y mientras tanto, irán apareciendo los amigos del protagonista: un dibujante de comics irresponsable que vive con una vegetariana, su jefe al que le pasa la grifa y que hace que la palabra asaltacunas se quede corta...y un montón de gente más.

El resultado no podía ser más insoportable. De entrada, la serie adolece del “Defecto HBO”, que es un concepto que me acabo de inventar mientras escribía y viene a ser un rasgo común en todas las series de la cadena que no es televisión: es una serie para adultos, de modo que tiene que incluir drojas, muchas drojas cual Cola Cao de José Tojeiro, agudas referencias a las neuras de los protagonistas, y una sensación general de que el guionista es un tipo sumamente listo e intelectual (más o menos, el tipo de persona que acabó más de un recreo encerrado en el baño por los matones de su colegio). Y si bien hay series en las que se hace llevadero, este no es el caso, porque al tercer capítulo ya estaba aburrida hasta la muerte de personajes que de neuróticos se supone que tienen que ser graciosos pero que a mí se me antojaron pretenciosos e insulsos. Y lo que tiene más delito: no consiguió arrancarme ni la más mínima sonrisa, y eso que los chistes de emporrados son uno de los recursos cómicos más utilizados en la historia de la humanidad. Lástima que hayan dado con una espectadora a la que, sino le hacían gracia las películas de porreros tipo Jay y Bob, malamente le interesará ver a Ted Danson pidiéndole al protagonista que le pase porros.



Ted Danson en el personaje y aspecto más grimoso que haya visto nunca.

A partir de Ahora Bored to Death pasará a la historia como la Segunda Serie que menos fui capaz de aguantar (actualmente el record lo tiene Vampire Diaries con dos episodios), la primera temporada a la Papelera de Reciclaje, y de ahí, al limbo de los archivos eliminados para hacer sitio. Porque ahora mismo me pongo a descargar la versión inglesa de Life on Mars, que desde que Philip Glennister sirve como anti-propaganda del partido conservador británico, he decidido subirla en la lista de prioridades.

Hala, sed buenos y decid no a las drogas, no como la HBO.

8 comentarios:

  1. Ni el unicornio te ha convencido, entonces dejala, aunque el boxeo de los episodios finales está muy bien.

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  3. Pues a mí me encantó, me la veía con mi hermano, y cuando empezaban con los cuelgues entre Ted Danson y el "chiquitín" nos partíamos.

    Eso sí, yo soy el primero en reconocer que tiene un humor curioso, como no le cojas el puntillo, ya te la pueden recomendar cincuenta veces que pasas de ella olímpicamente. Creo que le pasa algo parecido a Eastbound and Down.

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  4. Pues no llevaba idea de verla, pero ahora ya ha sido condenada a la categoría de solo en caso de aburrimiento extremo... aunque no se si fiarme mucho, porque yo estoy viendo Vampire Diaries y tampoco esta taaaaaan mal :P

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  5. Satrian: Vencida por una serie ¡Peste y condenación!

    Daniel-San: definitivamente, la peculiaridad del humor de la serie no acabó de engancharme, aunque al pequeñuco este le reconozco que tenía bastante potencial cómico con solo mirar fijamente a algo.

    Silent Pok: Vampire Diaries como mucho puedo ver algo suelto cuando la emiten en la tele, pero para verla a ritmo de emisión en Estados Unidos, no.

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  6. La mediocridad al poder amigo sunne!!! Estamos llenos de losers en la tv!!!

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  7. a mi me encantó porque por ejemplo los casos tienen que ser bobos porque el protagonista ni siquiera se toma demasiado en serio su trabajo de detective, a mi me encantó y más el capítulo del monopatín

    Saludos!

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  8. arcibel: ¿Sunne? ¿Dónde?

    Alejandro A: hay cosas que tenían mucho potencial, como los casos bobos (especialmente el monopatín y la miniatura de protagonista siendo perseguido por chavales de 16), pero la forma de llevarlo y el tipo de humor no me gustó nada.

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