Todo tiene un final, incluso los monstruos que llevan más de cuarenta años asustando al público. Y que aunque hayan sobrevivido a decenas de muertes, no son inmunes al paso del tiempo. Michael Myers, el asesino que cada Halloween acechaba Haddonfield, y a su némesis, Laurie Strode, lo saben, y aunque viera una vez más hace seis años, lo hacía más bien como comienzo de un cierre digno a la franquicia estrenada en 1978. Ahora, cuatro años después de su último enfrentamiento, no solo con Laurie Strode, sino con todos los habitantes de Haddonfield, regresa una vez más, pero de una forma casi crepuscular, y también hay que reconocerlo, un tanto irregular.
Un año más tarde del linchamiento y desaparición del asesino que supondría la leyenda negra de la ciudad, sus habitantes parecen haberse recuperado y continúan con sus vidas. Laurie ha superado el trauma arrastrado desde hace décadas y vive con su nieta, quien trabaja de enfermera. El resto parece haber vuelto a la normalidad, pero en todo pueblo existe un paria. Corey, quien hace años provocó la muerte accidental del niño al que cuidaba, sobrevive ahora como mecánico en el taller local, perdida ya la esperanza de ir a la universidad. Las Strode supervivientes han pasado de ser heroínas a ser vistas con recelo, y culpables indirectas de todas las muertes sucedidas en el último Halloween. Tres personas, rechazada s por distintos motivos, que inevitablemente a acaban cruzando sus caminos. Laurie siente simpatía por ese chico, víctima del rechazo d y de la burla de los matones. Allyson se siente atraída por el. Pero en Corey parece haber también algo oscuro, quizá provocado por lo que ha pasado en su vida, o q algo que había estado allí latente. Y que s a Laurie comienza a recordarle al propio Michael, aunque sete haya desaparecido y solo sea una obsesión que continúa persiguiéndola por mucho que intente olvidarlo. O quizá no. Fuera de la ciudad, entre las alcantarillas abandonadas, la basura y los deshechos, una figura se mueve acechando, tras una desgastada más cara de Halloween.
Esta última entrega tiene un tono muy distinto a las anteriores. Como trilogía, se situá bastante tiempo después respecto de las otras, que transcurrían en el espacio de la misma noche, cubriendo un espacio de tiempo mucho más amplio. En esta puede verse qué ha sido de los protagonistas, así como desarrollar la relación entre Allyson y Corey e sir estableciendo una atmósfera que se irá enrareciendo a medida que se conoce algo más de ese nuevo personaje y de la reaparición, esta vez muy breve, de Michael Myers.
El ángulo con el que presentan al pueblo es ahora también muy distinto: lejos de esos personajes que se iban conociendo, brevemente, antes de ser asesinados, pero por los que era imposible no sentir terror y pena ante víctimas inocentes, ahora se muestran como gente más mezquina, que todavía intenta asimilar lo sucedido pero que no duda en buscar nuevos culpables a los que señalar, haciendo que la caracterización de estos sea mucho más gris. Las víctimas, esta vez, son niñatos agresivos, jefes déspotas e incluso el niño que fallece de forma accidental…bueno, seguramente todos los que vimos el comienzo de la película consideramos que una bofetada a tiempo no le hubiera venido mal!.
El lapso de tiempo y ese cambio en el tono sirve para establecer el tema de esta entrega. Si la primera era el trauma del superviviente, la segunda la histeria colectiva, esta serían los juicios públicos y la cultura de la cancelación: un solo error, por parte de uno de los personajes principales, supone ser condenado y rechazado por su entorno, siendo el público el que puede conocer las dos versiones d la historia y tener una visión más amplia, planteando la duda de si ese hombre del saco no se hace, si la historia que conocíamos hasta entonces de Michael Myers no sería también la que han contado la mayoría, y no la verdad.
Pero este es también uno de los problemas de la película. Nos solo no es un slasher, ni una entrega de Halloween al uso, lo que en realidad es interesante, sino que el desarrollo de la trama planteada acaba resultando irregular, dedicando demasiado tiempo a la cotidianeidad de los protagonistas y a sugerir que el personaje de Corey tiene un lado oscuro, lo que no termina de estar claro (o eso, o es que en realidad los del pueblo me caen bastante mal) y donde Michael Myers e o más bien, la idea que prevalece de Michael Myers, se convierte en una presencia que afecta a los vecinos, pero cuya aparición real resulta un tanto extraña. Esta se ha limitado a estar escondido, convertido en una criatura de instintos animales…pero que por algún motivo decide perdonar la vida a alguien que parece reconocer como sucesor.
No parece tener claro en este caso, lo que quieren. Por un lado, termina con el enfrentamiento final, casi crepuscular, entre Laurie y Michael, a quien consigue vencer porque pese a todo, este es humano, y el tiempo hace mella en sus capacidades. Por otro, el establecimiento de ese posible nuevo Michael, más humanizado, resulta lento c casi con una hora antes de que suceda algo levemente relacionado con la historia, dedicando más metraje al pueblo y sus dinámicas, marcadas por el rencor, que al monstruo que lo puso en el mapa.
Una idea que si bien resulta original, no ha sido ejecutada correctamente, haciendo que las casi dos horas de película resulten excesiva y que este cambio de enfoque se quede solo en una buena intención, pero no en el resultado que esperaban. Algo que sí consiguen en los que respecta a los protagonistas clásicos de la saga: como buen cierre, definitivo parece, el guion hace un guiño al espectador y termina con el Michael de la forma más lógica posible, haciendo que su regreso sea imposible, y permitiendo, por fin, que ese primera final girl que fue Laurie Strode pueda disfrutar de un merecido descanso,. Lamentablemente, este final no está a la altura de las películas anteriores, por lo que lo máximo que se le puede agradecer es ese final adecuado para los habitantes de Haddonfield. Y esperar que Michael no vuelva en ningún reboot de la saga, aunque parece difícil.
Para mí esta nueva trilogía va de más a menos: disfruté con la primera, la segunda me resultó menos interesante y esta tercera me parece que naufraga. Es una pena, porque el tema que plantea que está muy bien y que es algo nuevo, pero la ejecución no acompaña. Me pasa lo mismo con otras franquicias, como Cazafantasmas o Star Wars, que sin ser nada fan como no lo soy de Halloween, cuando intentan algo diferente a veces les sale y otras no. "Los últimos Jedi" de Ryan Johnson sale airosa de ese envite de intentar algo diferente, pero "Cazafantasmas" de Paul Feig no. Y mira que quería que me gustara, pero no hubo manera. Por ahí estaban los que se quejan de la cancelación y querían cancelar la película por su reparto femenino, anatema para muchos, parece.
ResponderEliminar"Halloween III: El día de la bruja" seguirá siendo por mucho tiempo y a la espera de otras películas por venir, la mejor de la saga. Ahí sí que les salió bien lo de intentar algo diferente.
Las dos primeras casi me parecían una película de sesión doble o una miniserie. Se complementaban, y aunque la segunda decaía un poco, era una buena aproximación a la figura del monstruo como miedo social. Esta última, salvo para terminar de finiquitar, en el sentido literal y figurado a Michael, no termina de funcionar, y no precisamente por el cambio de enfoque.
ResponderEliminarTambién me ha pasado algo parecido con estas versiones nuevas: Star Wars no estaría mal si nno cambiaran de criterio en cada entrega de la trilogía nueva, y la versión actual de cazafantasmas no fallaba por el reparto femenino sino porque el guión no terminaba de funcionar.
Y sigo diciendo que alguien tendría que recuperar ese Halloween III y a ese villano pagano celta. Si vamos a seguir saqueando franquicias de los ochenta, por lo menos hacerlo bien XD.