Una vez más, los ochenta siguen siendo la década de referencia a la hora de buscar cine fantástico. En este caso, de lo que se denominaría fantasía urbana, donde lo sobrenatural irrumpe de algún modo en entornos reales y en la mayoría de los casos, reflejado de una forma mucho más oscura que en otros escenarios. Nueva York, hace cuarenta años, podría resultar más peligrosa que cualquier laberinto poblado por monstruos. esta mezcla, además de convertirse en una referencia para la ficción, serviría para sacar adelante proyectos con un presupuesto limitado como serían Warlock o, en este caso, un guion primerizo, pero ambicioso, sobre el enfrentamiento de unos seres sobrehumanos a lo largo de los siglos.
Conocidos simplemente como inmortales, algunos humanos, muy pocos, tienen el don de no envejecer ni morir. Ocultos entre la sociedad durante siglos, estos han sido testigos de sus cambios, mientras mantienen una lucha entre ellos. Nadie sabe muy bien cuál es su origen ni el de sus creencias, pero todos saben que, cuando solo quede uno de ellos, puesto que estos solo mueren definitivamente al ser decapitados, este recibirá el Premio: una serie de dones sobrenaturales cuya naturaleza ignoran, pero por los que están dispuestos a luchar. Han pasado más de cuatrocientos años desde que Connor McLeod descubriera su condición de inmortal y fuera entrenado por uno de los más antiguos de su raza para poder, al menos, tener una oportunidad en el enfrentamiento que el Kurgan, un violento guerrero, busca desde hace siglos para convertirse en el único y más poderos. Ahora, bajo la identidad de Nash, un anticuario, aguarda en Nueva York la batalla de la que solo quedará uno.
La película no llegaría a ser un éxito en las salas de cine pero sin que funcionaría muy bien en los videoclubs, donde el boca a boca hizo su trabajo y se convertiría en una saga que forma parte, una vez más, de todo lo que nos hace pensar en los ochenta. Su mayor particularidad es su narración mediante flashbacks, donde el protagonista recuerda su pasado y se desarrolla un poco la mitología de esta. No mucho, en ambos casos: estas secuencias del pasado están muy dosificadas y se limitan, en su mayoría, a recrear las Highlands y la primera época de Connor Mcleod. La historia tras los inmortales también es muy breve, muy abierta a que el espectador teorice lo que quiera: se habla de los poderes que estos adquieren, que, salvo no morirse, pocos se ven, de las normas por las que se rigen y cierta mitología con un final concreto, en la que todos creen, pero que una vez explicada, se convierte en uno de los puntos más flojos.
Lo cierto es que la cinta, en muchos aspectos, no ha llegado a envejecer del todo bien. A veces, más que sugerir, parece que el guionista no tiene claro en qué consisten los poderes de sus personajes, y en más de una ocasión parecen unas cuentas ideas lanzadas en un guion que tuvo la suerte de ser filmado por un estudio importante. Algunos diálogos, en varias ocasiones, suenan ridículos, y las escenas de peleas, en más de una ocasión, sería mejor olvidarlas: el primer enfrentamiento entre Nash y Fassan, uno de los inmortales, donde una pelea ejecutada correctamente deriva en uno de los adversarios haciendo volteretas múltiples por un parking, son un ejemplo que esta no era la mejor idea para demostrar esas supuestas habilidades centenarias. Incluso el atuendo icónico de Mcleod, en la actualidad, compuesto de gabardina y deportivas, hoy resulta un poco chocante. Aunque no voy a decir nada porque a ver qué opinan los chavales dentro de cuarenta años de los abrigos de vinilo negro que se popularizaron con Matrix…
En cambio, esta cuenta con muchos más aciertos. No solo el uso de los flashbacks sino las interpretaciones. Tanto la brevísima aparición de Sean Connery como caballero español, cuyo rodaje duró solo una semana y pese a esto, se convirtió en un personaje central de la saga, como Cristopher Lambert, en el que sería su papel más conocido. Si había compensado a destacar a partir de su tarzán en Greystoke, su actuación, primero como Connor y después como Nash, este último mucho más austero y casi inexpresivo por comparación, el particular acento de este (aprovechado para definirlo como alguien que ha vivido en muchos sitios), supondría también que este estuviera al borde del encasillamiento, y que sus apariciones posteriores, como Mortal Kombat o Beowulf, no ayudaran. Pero de Fortaleza infernal no voy a decir nada, que me lo pasé muy bien con esa película.
Hoxe son un punk e maña xa verei..
Y, como no hay historia épica sin villano que se precie, esta sería una de las actuaciones más recordadas de Clancy Brown como el Kurgan, caracterizado primero con una armadura más propia de la fantasía que de un periodo histórico, y en la segunda parte como un violento punk (porque eran los ochenta ¿qué iba a haber más chungo que eso?). si bien su personaje sufrió cierta falta de trasfondo por algunas modificaciones de guion, este, alternando una actitud entre la de un guerrero implacable y un villano enloquecido, ero concierto sentido del humor, sería el contrapunto perfecto para el dúo protagonista formado por Lambert y Connery.
Y por supuesto, la banda sonora de Queen. Que, desde Princes of the Universe hasta Who wants to live forever, son una parte inseparable de la saga…tanto, que es uno de estos casos en los que la música es tanto o más conocida que el largometraje al que acompaña, de una forma similar a lo que hicieron con el tema principal de Flash Gordon.
Los inmortales se convertiría con el tiempo, en un pequeño clásico. Sin el renombre de otras sagas, pero que llegaría a dar lugar a una franquicia compuesta de unas cuatro películas, no precisamente coherentes entre sí, además de una serie de televisión. Una película, que, pese a lo irregular vista a día de hoy, su influencia se notaría en El último cazador de brujas de Vin Diesel, El único de Jet Li, o incluso en el Beowulf que el propio Lambert protagonizaría años después, y que le deben, al menos en parte, algo a esta serie de inmortales en la que solo puede quedar uno.
Hace una década o por ahí me dio por verme toda la saga de Los Inmortales y madre mía xD. Creo que quitando una de animación japonesa, el resto son malas malas. Yo he de reconocer que le tengo mucho cariño a la saga, sobre todo a las dos primeras. Y mira que a la segunda, con lo de los extraterrestres, también le cayeron malas críticas, pero a mí ese futuro cyberpunk siempre me gustó mucho, como un cruce de Desafío Total Blade Runner que sólo podría suceder en las décadas mágicas de los ochenta y los noventa xD. Y luego está la primera serie de dibujos, que si no recuerdo mal emitieron en los primeros noventa en telecinco y que lucía como steampunk de ciencia ficción.
De la primera película nos ha quedado la banda sonora, Sean Connery como español, Lambert como icono de acción y un mito, el de los inmortales, que nunca ha sido del todo a provechado.
De Los inmortales, recuerdo más los dobletes que hacía en verano con la versión serie de la franquicia, El señor de la noche (una serie canadiense sobre un vampiro metido a policía donde, entre la iluminación y los efectos especiales, hoy sería de traca), y Cuentos de la cripta, que la serie en sí. La de dibujos la recuerdo también muy poquito, aunque sobre todo, que la animación no estaba mal para los estándares que había entonces.
Esta primera tiene todo lo necesario de la década para gustarme: la idea de hacer una película de fantasía, con lo que se les ocurre, intentando ser coherentes pero sin mirar más adelante...vamos, por ese carácter único que tenían entonces, donde se rodaba un guion sin pensar en cómo tenía que desarollarse la franquicia. De la segunda parte me dijeron que mejor no, pero decidí asomarme al abismo de todas formas. Y, bueno, tiene sus cosas. El batiburrillo entre trama cyberpunk de ejecutivos malvados, el inmortal traido de por ahí adelante (la versión que vi, un montaje del director, elimina toda referencia a los alienígenas para convertirlos en viajeros del tiempo. Aparte de cutre, por el doblaje superpuesto, tampoco sale muy bien) no termina de mantener la coherencia, y si que desmerece un poco de la primera parte, pero a estas alturas puedo decir que he visto cosas mucho peores.
Y hala, muy bien, logro desbloqueado: ahora tengo que recuperar Fortaleza infernal para ver estos días XD
Hace una década o por ahí me dio por verme toda la saga de Los Inmortales y madre mía xD. Creo que quitando una de animación japonesa, el resto son malas malas. Yo he de reconocer que le tengo mucho cariño a la saga, sobre todo a las dos primeras. Y mira que a la segunda, con lo de los extraterrestres, también le cayeron malas críticas, pero a mí ese futuro cyberpunk siempre me gustó mucho, como un cruce de Desafío Total Blade Runner que sólo podría suceder en las décadas mágicas de los ochenta y los noventa xD. Y luego está la primera serie de dibujos, que si no recuerdo mal emitieron en los primeros noventa en telecinco y que lucía como steampunk de ciencia ficción.
ResponderEliminarDe la primera película nos ha quedado la banda sonora, Sean Connery como español, Lambert como icono de acción y un mito, el de los inmortales, que nunca ha sido del todo a provechado.
Me uno al club de fans de Fortaleza infernal xD.
De Los inmortales, recuerdo más los dobletes que hacía en verano con la versión serie de la franquicia, El señor de la noche (una serie canadiense sobre un vampiro metido a policía donde, entre la iluminación y los efectos especiales, hoy sería de traca), y Cuentos de la cripta, que la serie en sí. La de dibujos la recuerdo también muy poquito, aunque sobre todo, que la animación no estaba mal para los estándares que había entonces.
ResponderEliminarEsta primera tiene todo lo necesario de la década para gustarme: la idea de hacer una película de fantasía, con lo que se les ocurre, intentando ser coherentes pero sin mirar más adelante...vamos, por ese carácter único que tenían entonces, donde se rodaba un guion sin pensar en cómo tenía que desarollarse la franquicia. De la segunda parte me dijeron que mejor no, pero decidí asomarme al abismo de todas formas. Y, bueno, tiene sus cosas. El batiburrillo entre trama cyberpunk de ejecutivos malvados, el inmortal traido de por ahí adelante (la versión que vi, un montaje del director, elimina toda referencia a los alienígenas para convertirlos en viajeros del tiempo. Aparte de cutre, por el doblaje superpuesto, tampoco sale muy bien) no termina de mantener la coherencia, y si que desmerece un poco de la primera parte, pero a estas alturas puedo decir que he visto cosas mucho peores.
Y hala, muy bien, logro desbloqueado: ahora tengo que recuperar Fortaleza infernal para ver estos días XD