Pelìcula de terror sin nombre (2023). El muerto al hoyo y el vivo al casting
El metraje encontrado como formato dentro del cine ha supuesto varias cosas. entre ellas, el abaratamiento de la realización de muchos proyectos, donde una cámara digital se convierte en el medio para narrar, pero también la evolución del formato paralelo a la de la tecnología doméstica. La cámara vhs que se utilizaba como apoyo en El proyecto de la Bruja de Blair dio paso a loas cámaras del teléfono, la gopro, y sobre todo, a las aplicaciones de videollamadas. Y es que, no solo a Rob Savag se le ocurrió mostrar una sesión de espiritismo por zoom sino que otras producciones de pequeño tamaño optarían por reducir no solo el encuadre, sino también la amplitud de los escenarios, reduciéndolo a lo que el espectador puede ver en el encuadre de una videollamada. Un recurso que además de poder contar d historias de una manera poco ambiciosa y con cierta libertad, también permite dar el salto y romper la cuarta pared.. Y en el caso de la película dirigida por Nick Simon, de hacer mofa de varios de los tópicos asociados a este formato.
Después de todo, un guion pensado para ser filmado con el móvil por los actores protagonistas es la mejor idea que se le ocurre a Kip, miembro del reparto de una serie juvenil que corre el riesgo de ser cancelada, como proyecto alternativo en caso de que estos se quedaran en la calle. El guion, improvisado y discutido por los participantes en cada reunión de zoom, sería lo de menos. Alguna historia sobre demonios que persiguen a los personajes y una invocación sacada de algún foro de reddit puede servir para ponerla en el mercado, y de ahí, las referencias al lenguaje cinematográfico y los tópicos que vayan funcionando harán el resto. Con este material, la Película de terror sin título de Kip y sus compañeros se pone en marcha. pero el conjuro que estos utilizan como referencia para recitar sus líneas también. Y las cámaras de sus móviles grabarán hasta el último detalles de lo sucedido.
La película se plantea como una comedia explotando gran parte de los tópicos del metraje encontrado más reciente: la presencia continua de las cámaras de móvil, y sobre todo, el uso de la videollamada como medio par contar la historia. Algo a lo que hacen referencia abiertamente durante todo el guion, hablando sin problemas de lo sencillo de montar un largometraje así o que "2022 es el año del found footage", así como el exceso de referencias metacinematográficas que se emplean como parodia. Después de todo, la trama gira en torno a unos actores que quieren rodar una película de terror en ese formato...y hablando directamente de las ventajas de usar ese mismo lenguaje, buscando lo absurdo de la situación, y por qué no, la falta de esfuerzo que supone recurrir a ello de forma excesiva.
El resultado, más que una comedia de terror, es una visión muy irónica de todos los tópicos más actuales y explotados del género. Se muestra, con bastante sorna, la inexistencia de los guiones, improvisados de un día para otro y donde solo se busca llamar la atención, el uso de lo meta como excusa para ocultar la falta de creatividad y sobre todo, la sausencia de talento de sus protagonistas. EStos son caracterizados de la forma menos amable posible y cada uno de ellos parodia un perfil determinado: la joven promesa con problemas de alcohol, la veterana, con algo, muy poco, de talento en comparación al resto, la tontorrona ,la pragmática, el aspirante a actor y el guionista en ciernes al que no sería difícil imaginarlo recurriendo a chatgpt. Ninguno de ellos despierta la más mínima simpatía y están pensados para que su final provoque una carcajada por parte del espectador que un mínimo de pena. Unos personajes que no dudan en alegrarse de que su proyecto haya sido adquirido por Neflix aún cuando acaban de presenciar la muerte en directo de una de sus compañeros, que no dudan en pasar la maldición a alguien de su entorno a que esto salga mal de una forma que recuerda a los comics con moraleja de la EC y donde no importa mucho porque todos son igual o peor que ellos. Sin duda lo más divertido d ela película es la parodia que llevan a cabo, metiendose tanto con lo barato y repetitivo del formato, con el enfoque de la creación audiovisual como un producto destinado a la venta o las referencias a las decisiones de las plataformas de streaming.
Esto acaba funcionando más como parodia que como comedia de terror, porque en realidad el argumento es tan flojo como los tópicos de los que se burlan. Este no es más que un grupo de gente bastante horrible a la que le pasan cosas igual de horribles, y que solo que da reírse de ellos, siendo conscientes de cómo una y otra vez, emplean los mismo tópicos de los que hacen mofa. Pero queda muy lejos de la originalidad de Host de Rob Savage e incluso del nivel de locura que consiguió alcanzar con Dashcam. Si se debe hablar de cine de pandemia ,estas serían los más indicados, y Película de terror sin nombre se limita a recoger el testigo, poner en la mesa los defectos más evidentes de este tipo de producciones y decir, un poco entre risas "bueno, esto es lo que hay, a ver si nos movemos un poco que de aquí no hay nada más que sacar".
Esta película de terror sin nombre es tan poco original como las producciones a las que pretende parodiar. No puede aportar gran cosa, pero compensa esa imposibilidad con con un enfoque muy ácido y centrándose en el humor negro, sin explayarse, por suerte, en lo poco que tiene que contar.
Es que las dos primeras pelis de Savage son muy buenas. Y hechas con cuatro duros, sobre todo las de "Host".
Lo del metraje encontrado y el falso documental ha dado para mucha purria, pero también para pequeñas joyas como "Lake Mungo", "Megan is Missing" o "Butterfly Kisses". Con pocos medios y un poco de talento salen cosas bastante interesantes y entretenidas. Además de dar lugar a otro subgénero dentro de este subgénero, el del terror informático o tecnológico, una evolución del ciberpunk y el cine de hackers de los 80/90.
Me apunto esta peli, que aunque parece ser gran cosa, sí me genera curiosidad lo de que sea tan meta.
Host me gustó mucho, es más mediometraje que película pero sí que es de lo más original que se pudo ver durante la pandemia, y una buena aproximación al found footage moderno. Dashcam ya fue un poco "pero qué me estás contando y de donde has sacado a la garrula malhablada esta", pero que se disfruta igual.
Película de terror sin nombre efectivamente, no es gran cosa, pero tiene su punto gracioso. Aunque si es por producciones que parodien un poco el formato, Scare Tactics o Grave Encounters son mucho mejores.
Es que las dos primeras pelis de Savage son muy buenas. Y hechas con cuatro duros, sobre todo las de "Host".
ResponderEliminarLo del metraje encontrado y el falso documental ha dado para mucha purria, pero también para pequeñas joyas como "Lake Mungo", "Megan is Missing" o "Butterfly Kisses". Con pocos medios y un poco de talento salen cosas bastante interesantes y entretenidas. Además de dar lugar a otro subgénero dentro de este subgénero, el del terror informático o tecnológico, una evolución del ciberpunk y el cine de hackers de los 80/90.
Me apunto esta peli, que aunque parece ser gran cosa, sí me genera curiosidad lo de que sea tan meta.
Host me gustó mucho, es más mediometraje que película pero sí que es de lo más original que se pudo ver durante la pandemia, y una buena aproximación al found footage moderno. Dashcam ya fue un poco "pero qué me estás contando y de donde has sacado a la garrula malhablada esta", pero que se disfruta igual.
ResponderEliminarPelícula de terror sin nombre efectivamente, no es gran cosa, pero tiene su punto gracioso. Aunque si es por producciones que parodien un poco el formato, Scare Tactics o Grave Encounters son mucho mejores.