jueves, 27 de mayo de 2021

Army of the Dead (2021). Y ahora, algo completamente diferente: un zombie a caballo



Tras varias producciones entrados en el 2000 en el que los zombies han pasado por el género de la comedia, la acción e incluso el drama interminable con varias temporadas de Walking Dead, el público ha visto ya el fín de la civilización y sus consecuencias en todas las versiones posibles, y en su mayoría, ninguna buena. Con los muertos vivientes quedaba claro que bastaba muy poco, un mordisco, un contagio involuntario, una imprudencia, para acabar con una sociedad reflejada como una estructura muy frágil. Pero el tiempo dio lugar a otra alternativa: ¿y si una epidemia zombie, solo fuera una piedra más en la accidentada historia humana tras la cual, esta volviera a acomodarse, con pequeñas adaptaciones, a lo que ya conocía? Un punto de partida que se había empleado en The Last Rezort de forma muy hábil, y de  las adaptaciones al cine de Dead Rising y que ahora Zack Snyder usa, un poco como excusa, para plantear una historia mucho más alocada en la que lo importante no son los zombies, sino el dinero.



Army of the Dead tiene lugar un poco después de que la primera epidemia zombie, palabra que los personajes no dudan en utilizar, estallara cerca de Las Vegas. Ahora, con la ciudad aislada mediante un ingenioso sistema de contenedores, un campamento de refugiados puestos en cuarentena como excusa del gobierno para librarse de aquellas personas non gratas,y con la incertidumbre de lo que haya pasado tras esos improvisados muros, un grupo de soldados sigue con sus vidas igual que cualquier otro superviviente, salvo que ellos han estado ya dentro de la ciudad, y tras el anuncio del presidente de hacer desaparecer lo que queda de ella,  junto a cualquier rastro de zombie que pudiera contener, haciendo estallar una cabeza nuclear dentro de unos pocos días, son contactados por el antiguo propietario de un casino con una oferta que podría cambiar sus vidas: recuperar el dinero guardado en una caja fuerte, que ha sido dado por perdido, a cambio de una parte del botín.



Snyder, además del reciente montaje de La liga de la Justicia, se le conoció hace ya 16 años por ser el responsable de uno de los clásicos del cine de zombies moderno: El amanecer de los muertos fue una buena aproximación al tema, muy sólida, efectiva, y una visión de este género con un enfoque similar al blockbuster. Bueno, además de continuar el debate sobre si estos pueden ser velocistas o no. Su vuelta resulta, comparada con esta, mucho más alocada, más centrada en el espectáculo, en el exceso, y más consciente de que el público ha visto prácticamente de todo. De este modo, la velocidad de los primeros minutos sirve para contar de una forma resumida, una historia previa…de la que la película podría considerarse una secuela. En ella, los estereotipos propios de las vegas y sus apariciones recuerdan mucho a las secuencias de Zombieland en la que Columbus explica sus reglas de supervivencia, pero esto es solo una de tantas referencias que pueden encontrarse en el metraje: la estructura de cine de atracos, la aproximación desprovista de miedo a los muertos vivientes, el lado cómico a veces, y sobre todo, las referencias nada veladas a la política Trump y como esta influye, a modo de Deus ex machina a la hora de complicar la trama.




Esta sigue en su mayor parte, los tópicos de los robos a gran escala con un premio que podría ser este, o directamente, el que Snyder presenta como giro de guión inesperado, y  un grupo de personajes variopintos entre los que en un momento dado, las relaciones pasada entre ellos tendrán cierta influencia, y una cuenta atrás que marca el ritmo. Un tema que se ha visto infinidad de veces pero donde la novedad es mezclarlo con los zombies (o no tanto, porque Romero lo había intentado con La resistencia de los muertos y muy mala fortuna), y a los que se le une una nueva vuelta de tuerca: se intenta introducir un escenario donde la variable aleatoria consiste en desconocer lo que ha sucedido en su interior durante un periodo de tiempo. Y en este caso, el intento resulta errático: lejos de los muertos tambaleantes, desarrolla unas criaturas distintas a los humanos, con una organización similar a la de una manada y un montón de aspectos que parecen estar ahí porque Snyder quería desarrollarlos, pero, o no le dio tiempo, o no le dejaron. Por lo que, lejos de los zombies veloces  que no dejan de ser cadáveres, aparecen monstruos de movimientos ágiles, aspecto de orco y dirigidos por un personaje que va por ahí con una capa y un caballo resucitado. Una especie de jefe final  cuya caracterización de poco sirve cuando su papel consiste en ser el enfrentamiento previo al desenlace, en un combate contra Dave Bautista. Que, en su papel de jefe del grupo ha demostrado una vez más ser una de las antiguas estrellas de la WWE  con una carrera más sólida y mejor criterio a la hora de elegir trabajos. Aunque para eso estaba ya su cameo en Blade Runner 2046 y dos entregas de Guardianes de la Galaxia.






Aunque a los aficionados a los zombies nos cueste un poco reconocerlo, el género ya no parece tener mucho a donde ir o con qué innovar, por lo que Army of the Dead es una aportación donde si no se puede hacer algo distinto, que esto sea lo más exagerado como para atraer un público  al que por el momento, intentan mantener entre estrenos casi simultáneos en el cine y las plataformas de Streaming. El resultado es al final, todo lo que prometía en el tráiler: muchos zombies, que intentan ser distintos al resto, montaje llamativo, y quizá, lo que podría haber sido Z nation de haber tenido la serie de Asylum algo más de presupuesto y talento.

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