jueves, 31 de mayo de 2018

Solo (2018). Esta vez Han disparó primero


Desde el estreno de El despertar de laFuerza, lo prometido fue deuda, y ya van nada menos que cuatro años en los que no ha faltado en los cines una película relacionada con la guerra de las galaxias. Esta vez le tocaba el turno a uno de los personajes principales de la saga original, una tarea difícil porque, si bien es posible sacar adelante sin recelo una precuela en la que se presenten nuevos personajes, el actor que le correspondiera encarnar al joven Han Solo lo iba a tener muy difícil para convencer a todo el mundo. Bueno, Solo, Lando y a cualquier otro al que le correspondiera interpretar los años mozos de alguien conocido y muy querido por los fans.



Solo cuenta los primeros años del contrabandista que posteriormente sería uno de los mayores aliados de la rebelión contra el imperio, el exmarido de Leia y padre de uno de los Sith más enfurruñado de toda la galaxia. En concreto, cómo llegó a convertirse no solo en esto, sino en uno de los mejores pilotos del sistema, tras huir de una banda de delincuentes de poca monta, alistarse como soldado del imperio por un breve periodo y encontrar a un grupo de ladrones que, a su pesar, le enseñarán una de las lecciones más valiosas que puede aprender en sus primeros años: nunca confíes en nadie. Aunque, cuando en su camino también se cruzan un wookie que busca a su tribu, un contrabandista con un gusto más que notable por las capas y las camisas abiertas, y a los primeros implicados en una rebelión que comienza a gestarse contra un sistema corrupto, tal vez el primer consejo no sea del todo cierto.



El guión se centra en un aspecto muy distinto al que caracterizó a la saga original, y en menor medida, a la anterior precuela: los Jedis, la fuerza y la rebelión, al menos durante gran parte del metraje esta última, brillan por su ausencia. El mundo de Han solo es el de los fuera de la ley, los contrabandistas, las guerras interplanetarias e incluso el de distintos clanes criminales que se reparten el espacio entre ellos con el beneplácito del imperio, según dan a entender. En el fondo, es expandir un poco el mundo de Star Wars a nivel cinematográfico alejándose del aspecto legendario y centrándose en uno muy secundario, el que se pudo entrever en la primera aparición de Han Solo en la taberna allá por 1977, el de los cazarrecompensas y el de jefes como Jabba el Hutt. En este último caso, reimaginado un poco mediante la aparición muy breve de una alienígena de aspecto invertebrado que servirá de presentación al escenario que desarrollarán posteriormente.


Sven Hassel en el espacio

El resultado en este caso, ha sido el de una mezcla de géneros: con el space opera que caracteriza a la franquicia como base, se salta del género de aventuras al bélico, un poco al noir con miles de iros y traiciones, mujer fatal incluida, para acabar con un escenario propio de un western, donde no falta ni un duelo con pistola al sol poniente. La idea quizá era ir reflejando las distintas andanzas del personaje de una forma más rápida, sin tener que dedicarle una trilogía que cubra hasta el más mínimo detalle de sus primeros años (lo raro es que no se les haya pasado por la cabeza), aunque la impresión que acaba dando, más que la de tener una vida accidentada, es que han ido probando con distintos géneros según el estado de ánimo del protagonista, a veces de una forma tan drástica que recuerda un poco a una frase de Abed Nadir en Community “ha habido un cambio en la situación. Pasamos del western al space opera”. Esta referencia a géneros distintos es tan evidente que incluso en los personajes y el tipo de secuencias se hace evidente: aunque Star Wars suela contar con bastante amplitud en lo que a vestuarios y atmósferas se refiere, aquí hay situaciones que parecen calcadas directamente de una película de la segunda guerra mundial, y los trajes y escenarios de Kira, el primer amor del protagonista, de un policiaco de los cincuenta.


 
Star Wars Confidential

La película cuenta también con uno de los problemas que tuvo Rogue One: nadie que no sea canon va a quedarse. Si bien en el medio es habitual que intente protegerse la presencia, y explotarla hasta la saciedad, de un personaje, en este caso optan por borrar de un plumazo a todos los que no tienen participación directa en la saga principal: parecen no aceptar de ningún modo que alguien, después de la historia, siga su camino o no tenga por qué aparecer más, dedicándose a eliminar definitivamente a todos los que han creado para el guión. En este caso, llega a resultar excesivo, al haber presentado secundarios durante diez o quince minutos, para después eliminarlos antes de que llegue la trama principal.



Pero el mayor problema al que se enfrentaban era el presentar al nuevo Han Solo. El personaje es muy grande, en el fondo, más por el cariño de los fans que por el carísma o caracterización que Harrison Ford le hubiera podido dar, y lo mejor que se puede decir de Alden Ehrenreich es que cumple. Sin más. Daisy Ridley y Adam Driver se convirtieron sin problema en los protagonistas de Star Wars para las nuevas generaciones. Ehrenreich hace su papel, sin resultar especialmente memorable ni llegar a hacer demasiado creíbles los faroles de su personaje. Pero al menos se agradece que le dieran la oportunidad a un actor nuevo en lugar de recrear a un Harrison Ford rejuvenecido como el Peter Cushing espectral de Rogue One. También es cierto que luce bastante más al lado de una Emilia Clarke bastante sosa y que el que más partido le ha sacado a su personaje ha sido Donald Glover, encarnando a un Lando Calrissian desde una perspectiva bastante cómica, un tanto coqueto y con más capas que la señorita Pepis. Bueno, y tratándose de Star Wars, no podían faltar los androides. En este caso, una androide femenina, al menos según su programa, que también completa el contrapunto cómico y que, como le acaba pasando a la mitad de los secundarios que aparecen, no llega a terminar la película.



Pese a tratarse de una apuesta segura, Solo se ha convertido en el estreno con peor resultado de toda la franquicia de Star Wars. Algo que no era difícil cuando coincide en las salas con todos los blockbusters del primer semestre del año, y seguramente, con el recelo que el público pudiera tener contra el recién llegado encargado de interpretar al contrabandista. De todas formas, quien pudiera triunfar como fracasa Disney.




2 comentarios:

  1. Con sus defectos y sus virtudes, "Han Solo" creo que no va a convertirse en un film para el recuerdo precisamente, pero sí un digno capítulo de la saga Star Wars. Seguramente innecesario, como al final también lo era "Rogue One", pese a las capas trascendentes con que la barnizaron, pero por lo menos digno. El actor protagonista no es memorable, cierto, pero compone un Han Solo aceptable: se nota que se ha estudiado a fondo los tics de Harrison Ford. Eso sí, destacan tanto Woody Harrelson (quién me iba a decir años atrás que este actor, insufrible para mí por entonces, iba a acabar siendo una presencia sólida) y Donald Glover, que tiene la virtud de hacer más atractivo y carismático a Lando que el soso de Billy Dee Williams. En su contra, un guion irregular (¿por qué muere Thandie Newton, si carece de necesidad alguna?), un exceso de convencionalidad inicial que hace que tarde al menos una hora en entrar en la historia y algún personaje que está a punto de hacerse temible (la robot femenina: empieza a ser cansino que en cada film de la saga aparezca un androide supuestamente gracioso o encantador).

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  2. Creo que en general ninguno de los filmes "intermedios" que están sacando entre entrega y entrega oficial vaya a ser memorable. Lo de querer ofrecer una película por año resulta un poco ambicioso y eso supondrá que estas serán irregulares (por otro lado, el supuesto fracaso en taquilla que está sufriendo Solo me parece bastante injusto). El mayor fallo acaba siendo precisamente la innecesariedad, que hace que todos los personajes que no sean los principales del canon estén condenados a fallecer. Y la presencia de arquetipos fijos propios de la serie: si no es la Fuerza, son los androides con carácter.

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