Los ochenta y principios de los noventa fue la época de
mayor trabajo para un autor que, paradójicamente, en esos años era un absoluto
desconocido en España. Situación que ha cambiado recientemente en parte por su
influencia en True Detective y especialmente, por la publicación de forma
regular de sus obras, en concreto, de esas primeras antologías. Aunque no las
originales, porque en la década posterior el propio escritor se encargó de
revisar parte de estos relatos para su posterior reedición.
Grimscribe, junto al subtítulo Vida y obras da nombre a la recopilación de relatos. Su traducción podría ser “escriba macabro”, pero el original se ha mantenido, al igual que los nombres propios, porque se le puede considerar de esa manera: la introducción de Ligotti, casi un cuento por sí solo, explica esta idea como las identidades de los narradores de cada historia. Estas, sin tener ningún elemento común aparentemente, se dividen en varias secciones ordenadas por algo que las une: las víctimas de lo sobrenatural, los soñadores, los sueños (o las pesadillas) y lo monstruoso.
Aunque la extensión del libro es similar a Noctuario, el número
de cuentos que este incluye es bastante menor, por la extensión de estos (en el
anterior algunos de ellos podían no pasar de una página), pero también en
algunos casos un hilo argumental más claro. El mejor ejemplo es La última
fiesta de Arlequín, concebida como un homenaje a H. P. Lovecraft tanto por la
intención declarada de Ligotti como por su contenido: un relato sobre
estudiosos, ciudades con secreto y cultos grotescos. Que, aunque estos elementos
puedan recordar como tal a Los mitos de Cthulhu, su tratamiento es mucho más
propio de los intereses del autor, como son en gran parte la decadencia de los
entornos urbanos, el antinatalismo, y sobre todo, la depresión como estado
mental.
La idea de lo desconocido, y la percepción de otra realidad,
es otro elemento constante en los cuentos siguientes. Pero estas descripciones
son extensas, a menudo ocupan una gran parte de la propia historia (si no la
constituyen en sí misma) y en muchos casos resultan poemas en prosa. Recargados,
sí, pero capaces de dibujar escenarios de una gran riqueza, y a veces repulsión,
solo con emplear las similitudes adecuadas, sin tener que recurrir a palabras
demasiado rebuscadas o a los excesos de adjetivos como “indescriptible” o “innombrable”,
que suelen ser la marca de la casa en la temática lovecraftiana.
Los sueños sirven, en una parte bastante extensa del libro,
como punto de partida. O bien como algo que acosa a sus protagonistas, o bien
como narración. De hecho, dos de los relatos parecen transcripciones de estos,
o de una pesadilla. En estos casos, la narración es algo más fluida, sin
detenerse en las descripciones y refiriendo situaciones sin lógica que sus
personajes aceptan como algo normal. Puede ser el caso de su narración de una
extraña clase nocturna, o la visita a un cine en una calle que no existe.
Grimscribe es quizá, por su contenido, algo más lineal de lo
que resultaría después Noctuario. A veces, difícil de seguir y en algunos
casos, un planteamiento más cercano a la idea y las descripciones que a la
narrativa: sus protagonistas acaban muertos, perdidos en otra realidad,
condenados, o si tienen suerte, pueden huir de la pesadilla. Pero estos, en
realidad, no importan mucho: solo son, como Ligotti expone en el prólogo, las
distintas caras de una historia.
A Ligotti lo tuve leer en pdf y en inglés xD. Creo que sacó La factoría de ideas una recopilación a mediados de los 2000 y luego ya Llegó Valdemar. Una pena que no tenga más difusión. Su obra es... especial.
ResponderEliminarLigotti ha sido uno de los descubrimientos más felices que he hecho en los últimos tiempos, y fue a raíz de leerme precisamente "Grimscribe". "Nethescurial" y "Los últimos días de Arlequín", en concreto, son los cuentos para mi gusto más fascinantes del volumen. Por cierto que Valdemar ha anunciado la publicación de "Teatro Grottesco". Para frotarse las manos.
ResponderEliminarAhí va el enlace: https://www.facebook.com/104678909568077/photos/pb.104678909568077.-2207520000.1458470565./974341259268500/?type=3&theater
Precisamente tengo esa recopilación de la Factoría, me las arreglé después con unos epubs en inglés, y después llegaron las ediciones de Valdemar, cuyo cuidado a la hora de editarlo es algo que el autor se merecía con creces. No es un autor que tenga mucha difusión por sus temas y estilo de escritura, pero creo que desde True Detective ha empezado a sonar un poco más y al menos esta editorial mantiene un ritmo de publicación razonable.
ResponderEliminarJosé Miguel García de Fórmica-Corsi: coincido en la definión, porque desde que leí La fábrica de Pesadillas fue todo un descubrimiento y junto a Lovecraft y Jean Ray, mis escritores macabros preferidos (aunque es un poco chocante que entre el primero y el último se encuentre un autor que solía resolver sus tramas sobrenaturales a base de disparos y puñetazos). De Grimscribe me quedo con El glamour y La escuela nocturna, por ser capaces de reproducir con pelos y señales una historia propia de una pesadilla, aunque La última fiesta de Arlequín gana interés con cada nueva relectura.
Teatro Grottesco es una de las mas recomendables, es curioso que los relatos de esa antología cuenten con bastante más humor negro que las anteriores y donde empieza a perfilar el terror corporativo planteado en My work is not yet done. Y para finales de año han prometido, si no falla, Canciones de un soñador muerto. Con lo que me gustó esa recopilación, no me pasan los meses..