jueves, 2 de octubre de 2014

El enlace espectral de Thomas Ligotti


De Thomas Ligotti se habló bastante este año tras el estreno de True Detective. Y es que el detective Cohle era la viva imagen de la filosofía de este escritor en general, y de La conspiración contra la raza humana en particular. No es que los editores españoles lo hayan tenido mucho en cuenta, porque desde Noctuario hace dos años, no he vuelto a ver nada suyo traducido.

Tampoco es que el autor se dé prisa en escribir: La conspiración contra la raza humana se publicó en 2010 pero era un ensayo, no narrativa. Sus publicaciones y la extensión de estas se han espaciado hasta el punto en que pasaran cuatro años hasta que escribiera dos nuevas piezas. En concreto, los dos cuentos que forman The Spectral Link, más su prólogo, si somos generosos.



Dice el propio autor que estos tienen el mayor componente autobiográfico hasta la fecha. No de forma directa, pero parte de sus malas experiencias con médicos, hospitales, y el que su filosofía nihilista tenga cada vez más peso se encuentran presentes. A lo largo de sus siete u ocho libros ha habido elementos que son parte de su narrativa, como lo son las marionetas, las ciudades vacías y los edificios ruinosos. Pero en menor medida, los recuerdos infantiles y los médicos como figura amenazadora (un 95% de lectores estamos de acuerdo con él). La principal diferencia de Metaphisica Morum y The Small People, los dos relatos, consiste en la mayor presencia de su filosofía en comparación a sus textos anteriores. En el caso del primero, es prácticamente una reflexión sobre la eutanasia y el suicidio como derecho, hasta el punto en que gran parte de la narración consisten en las teorías de su protagonista sobre la vida y la muerte. No es sorprendente, porque el prólogo es ya una declaración de intenciones respecto al tema.


Thomas Ligotti, bastante perjudicado en la última década

El estilo de estos dos se aleja del Ligotti de hace algunos años. Se ha centrado mucho más en las ironías del mundo médico, al menos tal y como él las interpreta, y memorias de la infancia convertidos en algo extraño e inquietante. Aunque precisamente fue por estos por los que me gustaban sus relatos, se agracede el cambio en cierto modo: a estas alturas me era imposible no tomarme a broma la aparición de marionetas siniestras, edificios desvencijados y esos protagonistas con menos vida que una acelga, que iban camino de convertirse en un cliché como el adjetivo “innombrable” lo era para H. P. Lovecraft. También está presente el humor, que aparecía en muchos de sus escritos anteriores. Pero este es todavía más sutil si cabe, e incluso más surrealista: en un discurso como el de Metaphisica Morum es capaz de marcarse toda una parodia de los rednecks asesinos del cine de terror de finales de los setenta e incluso hacer una referencia a la película Motel Hell.

The Spectral link es el trabajo más complejo de Thomas Ligotti hasta la fecha, exceptuando Conspiracy. Nunca fue un escritor que hiciera rodar las frases, ni de leer en diagonal como podría hacerse con Stephen King. La carga filosófica de los relatos hace que estos todavía se conviertan en una lectura más densa, y que en cierto modo, hagan que Song of a Dead Dreamer, su primer libro,  sea el colmo del dinamismo y la alegría. Pero su forma de escribir sigue resultando fascinante, especialmente su fijación por esos escenarios tan prosaicos que la mayoría de los espectadores ignora. Tanto, que espero que sus próximos libros no se hagan esperar tanto..o al menos, que estos incluyan más de dos solitarios relatos.



2 comentarios:

  1. Mi contacto con Ligotti se debe al volumen de Valdemar, y hasta ahora ha sido complicado. Leí los dos primeros cuentos y me dejaron un extraño sabor a narrador complejo/complicado, que exige una atención total. No podía prestarla en ese momento y aparqué el volumen, en espera de tiempos donde nada me distrajera de su lectura. Y todavía lo tengo pendiente.

    Por otra parte, ese vínculo que citas con la serie "True Detective" me interesa, porque acaba de salir a la venta y por referencias propias y de amigos voy a decidirme a ver esta serie (en general, no veo series de tv porque me echa para atrás el ser fiel a ficciones que exigen horas y horas y horas...).

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  2. Ligotti es un escritor que precisamente exige toda esa atención, y Noctuario también es una lectura muy representativa pero también muy difícil de seguir. Por comparación, es más recomendable para empezar La fábrica de pesadillas, hoy descatalogado. Aunque esta edición no incluye casi la mitad de los cuentos, y La factoría de ideas tenía la fama de no andar muy acertada con las traducciones.

    True Detective también es muy recomendable: es una serie con entidad propia, pero determinadas influencias, como ese aire lovecraftiano tan sutil, el rey amarillo y especialmente, la filosofía de Thomas Ligotti, son bastante reconocibles.

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