Hasta hace pocos años, las películas de relatos breves era algo que había quedado olvidado a principios de los noventa. Creepshow es probablemente la más conocida, por su homenaje a los comics de la EC, pero durante los ochenta la Amicus produjo unas cuantas, e incluso El club de los monstruos va en la misma línea, con números musicales incluidos. Seguramente era un formato popular por cuestiones de presupuesto y el poder adaptar guiones más cortos, pero algo más tarde este cayó en el olvido hasta que volvió a aprovecharse en estrenos como las dos mareantes entregas de VHS o The ABCs of Death. Aunque estas también aprovechaban nuevas formas de narración, seguían manteniendo el formato original: historias independientes entre sí y presentadas por un hilo conductor, que tampoco tiene mucho que ver, pero que sí tendrá su propio desenlace final. Trick ´r Treat sería una de estas nuevas variaciones, con una diferencia importante: todas las historias presentadas en el guión están relacionadas de una u otra manera, siendo por encuentros entre los personajes o por la aparición de estos en más de una historia.
El hilo conductor sería la noche del 31 de octubre, donde aprovechan para salir tanto la chavalada que pide caramelos como la gente joven con ganas de divertirse. Los protagonistas son muy dispares, siendo desde un grupo de escolares que decide asustar a una niña con una historia y unos disfraces, un tipo gruñón dispuesto a echar de malos modos a cualquiera que se acerque por su casa y, como no podía faltar, un grupo de chicas con los disfraces más subidos de tono posibles y con ganas de encontrar una fiesta y ligues. Pero en una noche así es muy probable que fantasmas, hombres lobo y asesinos enmascarados sean algo más que gente disfrazada.
Aunque forma de enlazar cada historia mediante personajes y objetos puede no ser novedoso en el cine o en la televisión, en un género tan trillado funciona perfectamente, y la aparición, o varias apariciones de los protagonistas se presentan de una forma muy dinámica que da la sensación de velocidad y desorden que corresponde a una noche de fiestas. Otro de los elementos más aprovechados son los giros típicos de las historias cortas: durante toda la película no hay una sola secuencia en la que no aparezca algo que quiera ser sorprendente o que remate el guión de forma inesperada. En otro tipo de guión esto podría resultar cansino o una forma bastante cutre de intentar sorprender al público, pero en este caso, este está pensado para no tomarse en serio a sí mismo y para desconcertarlo a cada momento.
Otro fotograma que nos hemos hartado de ver en los creepypastas
Los personajes no tienden a caer ni simpáticos ni especialmente odiosos, exceptuando alguno que aparece por ahí, sino que toman unos cuantos estereotipos para presentarlos en una situación que solo pretende bromear un poco con todos los tópicos del género y de lo relacionado con la noche de Halloween. De hecho, lo que no podía faltar son los monstruos típicos, que aquí hay a patadas y tratados de todas las formas posibles: desde el relato más inquietante o con tintes de moraleja, hasta el puro humor negro que solo pretende divertir. Practicamente aparecen todos los típicos del género: fantasmas vengativos, hombres lobo, algún vampiro y asesinos en serie. Y aunque estos últimos sean los que menos me gustan (no trago ni con el Halloween de John Carpenter), quizá por lo quemado son los que resultan más divertidos, poniéndolos en unas situaciones bastante inesperadas y optando por alejarse de los clichés de víctimas atontadas.
Anna Paquin, tomándose sus últimos papeles a broma
Trick ´r Treat no engaña: es una película pensada para la noche de Halloween, que explota todos los elementos del género. Pero esto, contando con una gran creatividad y sentido del humor, con ganas de reírse y modernizar, sin tomarse en serio, muchos tópicos. Vamos, que coincide que esté escribiendo sobre ella esta semana, pero como película, es igual de buena en cualquier época del año.
A lo mejor le echo un vistazo, pero miedo me da Anna Paquin, más que los sustos de la película.
ResponderEliminarDescubrí esta película a raíz de un magnífico dossier de cine de terror contemporáneo en el "Dirigido". Y me gustó que, dentro de lo convencional de las ambientaciones de Halloween, juega muy bien con las expectativas del público. Sobre todo, la guasa del final del episodio en que Caperucita Roja (Anna Paquin), asediada por el lobo-serial killer de turno resulta ella misma ser... Lo dejo en el aire para no destripar lo mejor de esta entretenida película.
ResponderEliminarEs buenísima :P
ResponderEliminarsatrial: su papel tiene bastante gracia, y solo sale en una historia corta.
ResponderEliminarJosé Miguel García de Fórmica-Corsi: es curioso que le dedicaran un artículo en Dirigido, yo la encontré gracias a Horror Club (el 2009 fue un año muy bueno). Lo más divertido del guión fue su forma de retorcer todos los clichés, especialmente el serial killer.
María Florencia: Lo es, lo es.