lunes, 21 de octubre de 2013

This is The End (2013). El fin del mundo según Seth Rogen



En los últimos años no han faltado películas de temática apocalíptica, seguramente por ir de la mano al estado de ánimo de todo el mundo. Pero tampoco han faltado las que optan directamente por tomarse el tema del fin del mundo a broma o al menos, sacarle la parte más divertida al final de la civilización. Dos de ellas no solo se estrenaron en fechas muy cercanas, sino que sus nombres también eran parecidos. Y si hace un par de semanas Edgar Wright cerraba la trilogía del Cornetto con The World´s End, ahora Seth Rogen y sus amigotes hacen el cafre en This is the End. Aunque en su momento avisé que me quedaba de lejos con Simon Pegg y sus amigos.



This is the end es una comedia atípica, en la que el punto de partida no es especialmente importante y los actores no interpretan a personajes ante el fin del mundo, sino que se interpretan a sí mismos ante el fin del mundo según la Biblia. Y con lo de “interpretarse a uno mismo”, es más bien una parodia de todos los excesos de las celebridades. En ella, Seth Rogen recoge a Jay, su amigo de toda la vida, con intención de pasar el fin de semana jugando a la consola y poniéndose hasta arriba de marihuana. Pero Rogen está bastante integrado en la vida de Los Ángeles y acudir a una fiesta en casa de James Franco le parece más interesante. Pero esta termina en un Apocalipsis, literalmente: los justos son ascendidos a los Cielos, llueve azufre, los suelos se abren tragándose a unos cuantos famosos (Rihanna entre ellos) y los únicos supervivientes parecen ser James Franco, Jay Baruchel, Jonah Hill, el propio Seth Rogen y Danny McBride, a quien nadie ha invitado por ser el más insoportable de todos. Con unos cuantos demonios comiéndose a los pocos supervivientes en el exterior, no les queda otra que intentar sobrevivir con la poca comida que quedaba en casa y todos los estupefacientes que no podrían faltar en una fiesta de famosos. Aunque en algún momento, tienen que pensarse lo de salir a buscar provisiones y agua.



Con el mismo director de Superbad o Pinneaple Express, se intuye que la comedia va a ser bastante bestia. En este caso, han optado por la autoparodia y presentar el Apocalipsis no desde el punto de vista de un cualquiera, sino desde un grupo de actores, interpretados de la forma más excesiva posible: no se cortan un pelo a la hora de presentar envidias, inquina y mal rollo, todo desarrollado de forma que tiene que llevar a una situación cómica. Los diálogos están pensados de una forma parecida, retorcidos hasta el absurdo para que una conversación empiece con un sentido y acabe convirtiéndose en algo completamente fuera de lugar, metiendo a los protagonistas en más de un apuro. Y por supuesto, no podían faltar todos los gags posibles relacionados con el consumo de drogas. De hecho, este llega a tener una secuencia para él solo cuando los protagonistas, viendo la situación, deciden ponerse hasta las cejas de cocaína y ponerse a filmar una película.



La parte fantástica del guión es la menos importante en este caso: básicamente es una excusa para desarrollar una comedia que los protagonistas acaben encerrados en una casa y hagan todo tipo de barrabasadas, desde asustar a Emma Watson a echar de la casa a Danny Mcbride por insufrible. Al menos, hasta la mitad de la película, que es cuando empiezan a aprovechar elementos de varios géneros para unas cuantas secuencias: posesiones, exorcismos, bandas de caníbales disfrazados de personajes de Mad Max y hasta una escena en el Cielo con concierto de los Backstreet Boys incluida. En realidad, sino fuera por encadenar de forma atropellada todo esto, el guión casi podría haber sido cualquier otra situación que implicara un grupo de personajes encerrados.



Los justos, ascendiendo a los cielos y huyendo de cinco o seis personajes insoportables

Aunque se trate de una película que cuente con buen ritmo y no se haga pesada, que es lo que hace falta en una comedia, en mi caso no funciona como comedia ni como género fantástico: los chistes de porreros nunca me han hecho la más mínima gracia. Ni en Bored To Death (aunque los intelectualillos que salían tampoco ayudaban) ni con los personajes de Jay y Bob, por lo que una comedia que se basa principalmente en chistes de estupefacientes varios y actores empeñados en hacerse desagradables no tiene posibilidades de gustarme. Entre esto, y todas las referencias a trabajos de los actores y a sus anteriores películas, que tampoco he visto, This is the End se queda como otras de esas películas de las que me pregunto por qué se me ocurrió verla.

3 comentarios:

  1. Las bromas autoreferenciales no están mal, pero otras muchas partes de la película fallan.

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  2. Bueno, la había visto anunciar y pensé que igual era divertido ver una película así de gamberra. Pero con lo que dices no me animo demasiado. Gracias por darnos tu punto de vista siempre tan bien desarrollado.

    Besitos!

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  3. satrian: es una película para lucimiento exclusivo de las comicidades de Rogen y compañía.

    La Minomalice: por comparación me gustó mucho más The World´s End. Tiene su dosis de comedia pero no se sustenta solo en los chistes.

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