jueves, 18 de julio de 2013

Dead Silence (2007). Con más escenarios terroríficos que en el Tren de la Bruja


"Para mi próximo número voy a necesitar unas cortinas nuevas. Y unas croquetas"

A James Wan hay que reconocerle que sus películas de fantasmas son bastante brutas. No por lo sangrientas, que para eso se encargó de Saw, sino por lo directas: en otros guiones la aparición de un espectro será algo muy sutil o incluso, muy relacionado con los miedos y la psicología de un personaje, pero las apariciones creadas por este director no solo son espantosas, sino que tienen toda la pinta de ser capaces de asustar y partirle la crisma al protagonista, lo que les coincida primero. Esto es algo que demostró con Insidious y que en Expediente Warren tiene toda la pinta de continuar (y yo eso no me lo pierdo), pero a Dead Silence le suma este factor y otro, que por lo visto, también le da bastante miedo a algunos espectadores: los muñecos poseídos. Además, si estos son de ventrílocuo, tienen un plus de siniestrez, por ese aspecto grotesco que suelen tener la mayoría. A mí con los muñecos me pasa igual que con los payasos: más que miedo, me dan pena, y los de ventrílocuo, solo me parecen rematadamente feos. Pero eso no ha impedido que haya disfrutado un montón con la película.



Esta empieza con la aparición en casa del protagonista de un paquete que contiene precisamente, un muñeco de ventrílocuo. No hay señas, y aunque a este y a su mujer les hace gracia en un primer momento, empiezan a recordar una leyenda de su ciudad natal sobre el mal agüero que dan estos muñecos y un poema sobre una tal Mary Shaw, una especie de Mujer del Saco local. Algo de verdad debía haber porque a la vuelta de Jamie Ashen a casa encuentra a su mujer terriblemente mutilada. Algo no concuerda en sus declaraciones a la policía, porque el asegura haberla oído hablar minutos antes de encontrar su cadáver, y uno de los agentes no se fía de las historias macabras y se ha empeñado en inculparlo como autor del asesinato. Jamie vuelve a su ciudad, un sitio bastante desvencijado y siniestro hasta el extremo de parecer un decorado, donde empieza a investigar la historia de Shaw, una popular ventrílocua de los años cuarenta que, tras morir en extrañas circunstancias dejó como última voluntad el ser enterrada con sus 100 muñecos..y ser transformada en uno de ellos. Como en este tipo de pueblos nunca va a pasar nada bueno, los antiguos vecinos empiezan a ser asesinados de una forma similar a la de la mujer del protagonista y a la de las muertes que rodearon la desaparición de Mary Shaw, con la que los antecedentes de su familia parecen estar relacionados.
 
 
Sí, el pupas oficial de esta película es Jason Stackhouse

Lo primero que salta a la vista de Dead Silence es su aspecto de terror de barraca de feria…pero en el buen sentido. En realidad, el parecido es más con el de un Pasaje del Terror de los de primera categoría, de esos que no escatiman en decorados cuidados (aunque teatrales) y caracterización de los actores para envolver una historia en la que el elemento sobrenatural es tan cantoso que no supone ninguna sorpresa, pero que el espectador ya va buscando algo así. Toda la película está filmada en tonos muy azules o grises, y el 75% de su atractivo son los escenarios de la ciudad y las mansiones: desde la primera entrada en Ravens Fair, con sus calles vacías, sus negocios cerrados hace años y sus vecinos con aspecto de estar continuamente aterrorizado por algo misterioso. Y sobre todo, de haberse quedado congelados en algún momento del pasado, porque la ambientación de la ciudad es de un anacronismo que le sienta bastante bien: parece sacada de algún pueblo de los años cuarenta, los aparatos que salen, como las camaras de fotos, son bastante antiguas, e incluso los personajes del lugar tienen preferencia por vestuarios muy sobrios y muy de la época. Pero lo mejor de todo ese escenario es la aparición del teatro de la ciudad, primero como local en pleno funcionamiento, y después como ruinas que parecen sacadas de cualquier ilustración de relato gótico.



La mayor parte del esfuerzo se lo han dedicado a crear el escenario del guión y elementos tan pensados para dar miedo como los fantasmas de la ciudad, las casas en ruinas o los muñecos, pero el guión es bastante competente. Simple, y con unos personajes muy estereotipados, estos cumplen su trabajo a la perfección: todos los diálogos y las escenas están pensadas para dar paso a la historia, y no para rellenar metraje, y la caracterización de los personajes se reconoce tan fácilmente en otros cientos de películas y libros que no queda muy claro si es falta de originalidad u homenaje: es difícil que el protagonista volviendo a su hogar no recuerde a muchos personajes de Lovecraft o de novelas pulp que se encuentran con un secreto que no les hace mucha gracia, y la caracterización del detective mal afeitado, empeñado en detener al personaje principal, inclina en muchos casos a pensar que se trata de la segunda opción.

Como muchas series B, cuenta con un giro de guión que, estando un poco atento, empieza a aparecer practicamente desde los títulos de crédito y que seguramente no haga mucha gracia si se va buscando una historia coherente y bien resuelta. Pero Dead Silence no se trata de eso, sino de una película de terror que procura ofrecer todo concentrado y sin la mayoría de defectos del género: escenarios cuidados, una historia llena de elementos reconocibles y un monstruo bastante interesante que por suerte, se quedó en una única entrega y no en una franquicia ¡Es una suerte que orientaran el guión hacia las maldiciones familiares y no al primero que pasara por ahí!

3 comentarios:

  1. No se yo si me va a gustar eso de ver a Jason Stackhouse en una película de terror... Porque True Blood es comedia ¿no? :P

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  2. Siempre he sentido mucha atracción por estos muñecos. Una mezcla de miedo, pena y deseo de observarlos obsesivamente para ver si capto un mínimo de vida en ellos. FREDDY de HISTORIAS PARA NO DORMIR de Narciso Ibáñez Serrador es de mis preferidas. La he visto muchas veces y siempre me fascina. Y ahora que estoy terminando una de mis muñecas... En principio este tipo de películas me atrae mucho, lo único que me echa para atrás es que sea algo gore. Lo digo por las mutilaciones. Si no se abusa de imágenes sangrientas seguro que la veo.

    Me encanta la fotografía en blanco y negro del gato de hoy. Un besazo!!

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  3. satrian: el pobre intenta cumplir como puede y todavía sale bien parado. Pero me hubiera gustado más otro actor.

    La Minomalice: en realidad tiene muy pocas. Las muertes son fuera de cámara y lo más gore es la visión de los cadáveres con un aspecto bastante grotesco, cosa necesaria por el tema de los muñecos y su transformación. Pero del resto merece la pena solo por sus escenarios.

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