lunes, 31 de diciembre de 2012

Resumen del año. Una lista libre de Gangnam Style

 
 
El 2012 ha sido uno de los años más raros que recuerdo. No solo por los 365 días aguantando todo tipo de noticias sobre el calendario maya y el fin del mundo, sino por fenómenos como el éxito de 50 Sombras de Grey, el fanfic de Crepúsculo subido de tono reconvertido a superventas igualmente subido de tono. Visto esto, el continuado éxito de Juego de Tronos, de Walking dead y que la moda de lo friki parezca dispuesta a quedarse, ya no resulta tan raro…Esto tampoco quiere decir que haya sido un año especialmente bueno. Doce meses pendientes de los bailes de la prima de riesgo, las rabietas de la señora Merkel, desahucios continuados, y para rematar, los funcionarios de todo el país se quedan sin paga extra, precisamente uno de los colectivos a los que más respeto. Pensándolo bien, ha sido un año de mierda. Bienvenido hayas sido 2012, por la alegría que dejas al marchar.
 
Como no suelo hacer muchas listas, y como la entrada me ha coincidido el último día del año, voy a hacer un resumen de lo más interesante que he visto durante el año en cuanto a cine, libros, comics y series.
 

Cabin in the Woods. Se habrán estrenado Los vengadores, El Hobbit, Prometheus y la última entrega de El caballero oscuro, y todas, en mayor o menor medida, me han gustado. Pero la que se ha llevado la palma es una películita de Joss Whedon que se ha pasado dando vueltas desde el 2009 por cuestiones de distribución, y en la que se puede ver a un Chris Hemsworth antes de Thor haciendo de personaje de película de terror potencialmente asesinable. En principio, un guión en el que un grupo de amigos se van a una cabaña donde empiezan a pasar cosas raras y van siendo asesinados no parece nada del otro jueves, pero ha sido una de las películas de terror más interesante que he visto en todo el año por la forma que tienen de darle la vuelta a todos los clichés del tema. En algo más de hora y media, consiguieron hacer unos personajes algo más lógicos de lo que suele aparecer en la serie Z, sacar a todos los monstruos que han aparecido en los últimos cien años de cine de terror, y de paso, explicar por qué este género tan cutre en el fondo es necesario: porque sino, sería el fin del mundo tal y como lo conocemos. Sí, para pillar esto último hay que verla.



Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec. Sí, voy a incluir como lo mejor del año unos álbumes que se empezaron a publicar en los setenta...Pero tiene truco: el último volumen apareció este año, en la mísma época en la que lo leí. A algo habrá que recurrir al leer ya tan pocos cómics. En todo caso, sus historietas son un homenaje al folletín de principios de siglo, en el que unos personajes caricaturescos pasean por un París dibujado con el máximo detalle y, aunque mantenga bastante sentido del humor (que falta hace para poder disfrutar sus situaciones un tanto absurdas), guarda un tono pesimista a veces, gracias a la propia protagonista que, en cada volumen, va volviéndose más huraña y anárquica tanto con lo que sucede como con su entorno político…¿Puede ser antibelicista un comic que no habla de la guerra? Los de Adèle Blanc-Sec lo son.




Una canción sobre una isla muy chachi suena mejor que una sobre a tropical island.

La serie del año, al menos para mí, ha sido Hora de Aventuras. Aunque empezó a emitirse en el 2009, ha sido en 2012 cuando ha empezado a ganar una popularidad asombrosa, y entre la gente que conozco, de una manera similar: primero se quedaban mirando a la pantalla con cara de “qué demonios es esto”, y al poco tiempo, estaban enganchados a las aventuras de Finn y Jake en un mundo de piruletas que, por adorable que sea, tiene sus momentos de pesadilla y es un tanto apocalíptico. Además, el doblaje español ha alcanzado momentos memorables, dándole a los personajes su propio vocabulario y llegando a mejorar los chistes  del idioma original.





Elegir un libro ha sido lo más difícil. Han sido un total de setenta y ocho en lo que va de año, algunos buenos, otros divertidos, y otros directamente infumables. Pero he leído casi todo lo que me gusta y cuando se consigue juntar en un año las obras completas de Thomas Ligotti, leer de nuevo a Jean Ray y no haber epezado todavía Danza de Dragones, que fue el más esperado, es más difícil elegir. Creo que me quedaré con Songs of a Dead Dreamer, de Thomas Ligotti, que fue su primera antología de relatos, allá por el 86, y en el que se notaba su sensibilidad a la hora de hacer una historia de terror, lejos de las mediocridades de Koontz y similares y de las burradas de Clive Barker que se estilaban. Por eso, y porque lo han publicado de nuevo en castellano, al menos, la antología Noctuario, con lo que empieza a hacerse más disponible.



¿Y el personaje del año? Pues como viene siendo tradición (la que me acabo de inventar ahora), el título le corresponde a un felino. A Tard Sauce lo conocen por ahí como Grumpy Cat, debido a su aspecto un tanto enfurruñado en comparación con los otros gatos, que tienen controlado lo de poner cara de poker. Pero esa cara de estar hasta los mismísimos y de no estar dispuesto a hacer monerías para los humanos me ha convencido.

Eso es todo. Por lo que queda de año, al menos. Seguiremos adelante si Merkel quiere y si al calendario de otra civilización antigua no decide acabarse.

2 comentarios:

  1. Cabin in the Woods ha sido una propuesta divertida y llena de guiños para el cine de terror de este año.

    ResponderEliminar
  2. Me gustó un montón. Perfecta para hacer sesión doble con John Dies at the End.

    ResponderEliminar