sábado, 26 de noviembre de 2011

La semana (despoblada) de series IV



El vacío y la expresión de desconcierto del gatico lo dicen todo

Como dijo Sara Montiel, ¿¡Pero qué invento es este!? Yo venía a comentar las series de la semana, como llevo haciendo desde hace dos meses, y cada día voy encontrando que unas u otras se terminan hasta enero, demostrando que hasta la programación americana tiene más derecho a vacaciones que yo en los últimos cuatro años.

En vista del éxito, además de las dos supervivientes que he podido ver, dare cuenta de las cosas más importantes que han ido pasando durante esta semana.

Dalek se ha dedicado a robar caramelos de eucalipto. No es que lo haga por maldad, aunque tratándose de un gato, era de esperar. En realidad, la forma esférica, y el ruidito que hacen cuando se les lanza contra las esquinas, los convierten en su nuevo juguete favorito, incluso por encima de las pelotas de papel de aluminio (es un felino de gustos sencillos). A mí me parecía que algo raro pasaba cuando empecé a encontrarme caramelos debajo de los sofás, en las esquinas y desperdigados por el pasillo. Y cuando pensaba en llamar a Iker Jimenez con una apasionante historia sobre un poltergeist que desperdigaba chucherías, descubrí a la gata metiendo la cabeza en una bolsa, sacando un caramelo entre sus mandíbulas, y disparándolo felizmente con las patas cual disco de Hockey. Desde entonces los guardo a buen recaudo, para disgusto de esta.



La biblioteca sigue trayendo unas novedades muy raras. Si ya con la falta de espacio que tienen, era un poco chocante ver en catálogo novelas de Warhammer o Assasin´s Creed, ahora acaban de adquirir Monster, sobre un tipo que se dedica a controlar plagas de trolls, dragones y demás bichos. Me da la impresión de que el autor, poco conocido, por otra parte, intenta llenar un poco el hueco de humor absurdo que queda desde la marcha de Terry Pratchett. No sé que tal será, pero en la contraportada también prometen el enfrentamiento contra una señora de los gatos, y algo de salvar el mundo. Cuando la pila de pendientes se reduzca algo, igual me lo leo y todo.



The Walking Dead ha vuelto a tomar bastantes ideas del cómic: dejando un poco de lado la búsqueda de Sophia, la niña perdida en el primer capítulo (entre otras cosas, porque Daryl está de baja por disparo, y parece el único que se toma el rastreo un poco en serio), Lori resulta estar embarazada, cosa no muy buena cuando el mundo entero ha dejado de funcionar. Y de nuevo, aparecen también dos grandes defectos de la serie: los personajes haciendo tonterías, como irse a buscar a Sophia en un sitio donde probablemente no haya llegado, y volver a poner a Shane como un asesino en potencia. No llega a ser tan absurdo como la “pesca de zombie en pozo” del cuarto episodio, pero es bastante chocante.



American Horror Story desvela por fin quien es el Hombre del Traje de Goma, y no me ha convencido mucho: nada menos que Tate, el fantasma psicótico, disfrazado. Se había comentado si no podría ser el bebé deforme del sótano, ya crecidito y con el traje para disimular cicatrices, cosa que por lo freak, me hubiera gustado más. Por lo demás, uno de los nuevos fantasmas de la casa, Hayden, está muy cabreada, y se ha decidido de una vez por todas a deshacerse de Vivien a la manera clásica: volviéndola loca. Ahora solo quedan un par de episodios para saber qué demonios van a ser los gemelos que esta espera, y si alguien más aparte de Violet va a darse cuenta de que todos son fantasmas.

Y como decían también: no hay mal que por bien no venga. Con tan pocas series he podido echarle un vistazo a la televisión de verdad, o al menos, a los canales de dibujos que cada día son más raros. Porque si Fanboy y Chum Chum eran de por si absurdos, Hora de Aventuras, la nueva serie de Boing, es directamente inquietante. Tanto, que me estoy planteando dedicarle una entrada y todo.

2 comentarios:

  1. Dalek debe estar un pelín cabreada contigo, pues los ruiditos del papel de los caramelos debían encantarle. Debe ser una gata adorable!!

    Siento que hayas tenido una semana "despoblada" de series. No puedo acompañarte en tu desolación, pues sólo sigo dos series, "Amar en tiempos revueltos" y "El gran hotel" y capítulos ocasionales de alguna que otra. Seguro que te estás preguntado qué pecados terribles has cometido para sufrir el castigo de una seguidora semejante. Como mis gustos son bastante eclécticos seguro que volvemos a coincidir como con los vampiros. Ya sabes que primero estoy aquí por los gaticos y luego te leo con curiosidad como a un raris aviles. Hay una novela y posterior película "El club de Jane Austen" en el que un grupo de amigas se reúnen para hablar de las novelas de dicha escritora. A ellas se une un muchacho que en un principio parece lo más opuesto que hubieran podido imaginar, pues es un informático absolutamente fan de las novelas de ciencia ficción. Resulta muy curioso y divertido y al final no tan disparatado como pudiera pensarse. Por lo que aquí seguiré con mucha curiosidad y esperando a los gaticos.

    Un saludo,
    Ana.

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  2. Lo está, pero lo disimula. Se limita a mirarme con desprecio y a morder mis lápices.

    Hasta septiembre, veía muy pocas series y británicas sobre todo, que son más cortas. Pero hoy, entre Walking Dead y las dos o tres nuevas de fantasía que han sacado, tengo la tele ocupada. De todas formas, tengo pensado parar con las reseñas por semana y tener tiempo para entradas sobre películas o lecturas, que aunque tiro más al género fantástico, como el informático de El club de Jane Austen, varío un poco más.
    Un saludo y me alegro que te gustara el blog (no te preocupes porque gaticos no van a faltar).

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