El Doctor Who, visto en Barrilete Cósmico ¡¡El negro es igualito a mi Dalek!!
Desde la semana pasada, estoy que no doy abasto: aunque a mis series habituales les queden cuatro telediarios, tengo todavía por delante doce episodios de Juego de Tronos, y especialmente, Doctor Who, una de las primeras que empecé a seguir según se emitía.
La novedad más importante la temporada anterior fue la entrada de Matt Smith, su cabezón y de Steve Moffat como responsable de la serie. Este nuevo doctor lo tuvo muy crudo para superar el cariño que los fans le guardaban a David Tennant, y después de ver el especial de navidad y este primer episodio, creo que todavía tendrá que seguir intentándolo...Cuatro años son cuatro años, y no se olvidan facilmente.
La temporada nueva empezó con un encabezamiento un tanto triste, debido a la muerte de Elisabeth Sladen (la Sarah Jane del cuarto Doctor), y sin continuidad respecto del especial de Navidad, lo que a estas alturas sorprende por lo acostumbrados que estábamos a que sirviera de adelanto para la temporada oficial. En este caso, no se mencionan para nada los viajes de Amy y Rory en la Tardis, que ahora llevan dos meses instalados en una casa como recién casados. El próximo contacto con el doctor lo tendrán gracias a una invitación indicándoles que viajen a Estados Unidos, lo que también resulta una aparición un tanto rara para un personaje que nos tenía acostumbrados a materializarse con su Cabina en los momentos más inesperados.
Para inaugurar temporada, aparece también River Song, que para ser la no-compañera, o acompañante en un futuro, desde el 2008 parece que está abonada a la serie. No seré yo quien se queje porque me gusta mucho el personaje, y según han prometido, este año tendremos más información acerca de cómo conoció al Doctor.
Sin decir nada sobre el argumento, tiene todas las cosas típicas de Moffat, como es una tendencia hacia lo macabro mucho más marcada, y un montón de paradojas temporales que incluyen dos Doctores, alienígenas que modifican la memoria, y una River Song enfrentándose a lo que supone conocer al Doctor en orden temporal inversa. No es de extrañar, porque este hombre es el que nos provocó dentera a las estatuas, a las bibliotecas, organizó toda una temporada en torno a dos viajes temporales, e incluyó a una acompañante que el Doctor todavía no ha encontrado.
Como principio, no es de los episodios que más me haya gustado: la ambientación en Estados Unidos me resulta un tanto rara en una serie tan puramente británica como esta, y me hace sospechar si no se tratará un movimiento para popularizar todavía más la serie al otro lado del charco. Pero de momento, intriga y paradojas sí ofrece a raudales. Por no decir un trailer que tiene todo lo que nos gusta en este blog: ¡monstruos de goma! ¡muñecos inquietantes! ¡hasta nazis! ¿quien decía que en Doctor Who, para nazis ya teníamos a los daleks?
Doctor Who mola mucho! Pero tienes razón se hecha de menos a David Tennat, yo aun no he superado el cambio de cara XD
ResponderEliminarEsperemos que Matt Smith se lo curre.
Un beso! =3
Yo me he ido acostumbrando tanto al cambio de personalidad de este doctor, como el de su cabezón un tanto extraño, pero ha costado. De lo que he visto en esta segunda temporada de Smith, me parece que sí se lo curra, y que falta le hace porque Tennant fue mucho.
ResponderEliminarPor cierto, borro un comentario, que está repetido.