jueves, 10 de marzo de 2011

Las películas de la semana

Esta monería es el malvado ayundante de una bruja. Avisemos a la Santa Inquisición.


Mientra Blogger me dejaba la página como un cuadro de Escher, además de quedarme sin Fringe y Nikita la semana pasada, aproveché para dedicarme a lo que es habitual en estos casos: lectura y cine gracias a Bittorrent.



Harry Potter y las reliquias de la muerte. Del niño-mago he leído bastantes libros y visto casi todas las películas, cosa un poco rara porque no soy fan de la saga (por mucho que se empeñen, empieza estando orientada para niños de once años. Y se me queda pequeña hasta a mí). Aunque las primeras estaban entretenidas, la sexta película me pareció tal patochada destinada a las fangirls, que decidí pasar de la historia. Pero cuando se tiene una buena conexión, es muy fácil darle una segunda oportunidad a lo que sea, por lo que me decidí a ver esta penúltima...Y no he quedado descontenta. Como era de esperar, es la más adulta hasta la fecha, y se nota bastante que ha sido filmada pensando en un público más talludito, debido a su estética algo más oscura y unas cuantas referencias a los nazis que son bastante cantosas, pero que me hicieron gracia. Si alguien más quiere darle una oportunidad, no saldrá decepcionado, porque debido a la estructura distinta a los anteriores (los protagonistas viajan por toda Inglaterra), ya no cuenta con cosas que se hacían demasiado pesadas, como el exceso de panorámicas del colegio, y sobre todo, los torneos de magos. Y en un momento dado, incluyen una canción de Nick Cave. Yo en el año 98 no me hubiera imaginado que cerrarían así una saga para niños.





Castigado así vestido hasta abril

Black Death. Esta película medieval es algo así como la hermana pequeña y cabrona de Season of the Witch, que cuenta con dos ventajas importantísimas: tiene a Sean Bean (que desde el 2001, no ha vuelto a quitarse la cota de malla), y no sale Nicholas Cage. Ganadora por goleada: Black Death. En concreto, esta cuenta la historia de un grupo enviado por el obispo (Sean Bean, de caballero fanático, y unos cuantos más), para investigar un pueblo que todavía no ha sido afectado por la peste negra, y al que acusan de brujería, nigromancia, herejía, y hasta de no presentar el IRPF a tiempo, si hiciera falta. Se encarga de guiarlos un monje, que ha decidido salir del convento para buscar a una chica. Aunque estos dos sean los personajes más positivos de la película, por inocentes y no estar tocados por el fanatismo, la historia es bastante oscura y no se queda en el típico Inquisición=malo/paganismo=bueno, porque la presunta bruja es un personaje bastante nefasto que no duda en aprovecharse de la credulidad del pueblo como sus contrapartidas de la sotana. El grupo enviado por la iglesia tampoco se salva: están unidos por la camaradería de haber combatido en muchas guerras, pero el personaje de Sean Bean es todo un fanático que ve herejías y magia negra por todas partes. De hecho, la idea del fanatismo acaba convirtiéndose en el "malo" de la película, llegando a contagiar incluso a los personajes más nobles, dejando un final bastante pesimista. Y también, una sabia lección: si esta gente hubiera tratado a los gatos como Dios manda, no hubieran tenido una plaga de peste. Ahí es nada.

3 comentarios:

  1. Je je soy una "fangirl" a mí la sexta me encantó XDDDD.
    Black Death la tengo pendiente, porque "Season of the Witch" no pienso verla, aunque salga Ron Perlman, y sí, si hubieran hecho más casos a los gatos no hubiera pasado, que aprendan :P

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  2. Yo de HP me estoy leyendo el cuarto libro, que me acabaron liando por Twitter (y ya tocaba), pero las pelis no creo que las vea nunca.

    La humanidad no ha vuelto a ser la misma desde que desapareció el antiguo Egipto. Esos si que sabían tratar a los gatos.

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  3. Satrian: No, si yo también tengo mis ratos fangirleros, pero la película me pareció demasiado mal enfocada, sobre todo para un libro en el que empiezan a tener más importancia el Señor del mal y sus siniestros seguidores (¡¡y hasta zombies salen!!).

    Martinyfelix: mientras contesto los comentarios, mi gata intenta atraparse su propia cola a través de un barrote de la silla. Pero sé que gracias a ella estoy a salvo de la peste bubónica (el que ya no queden ratas portadoras de ella también ayuda).

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