jueves, 30 de diciembre de 2010

Krabat y el Molino del Diablo (2009). Ni es, ni fue ni será un Harry Potter alemán




Gatico-mago. Puede saltar, convertirse en bolita, y hacer un ruidito muy simpático

De Krabat y el Molino del diablo sabía dos cosas: una, que era, posiblemente, la primera película no-gafapasta de Daniel Bruhl. Y dos, que estaba basada en un libro infantil de Otfried Preussler bastante conocido en Alemania. Libro que pude leer hace un montón de años, y del que recuerdo que me había parecido muy extraño: me daba la impresión de tratarse de una historia un tanto oscura, lo que no se llegaba a percibir de forma obvia porque el autor había optado por un estilo de narración muy de cuento, sin profundizar en lo que se le pasaba por la cabeza a los personajes, más allá de lo que veía el protagonista. Y con ambas cosas descubrí otra muy importante: que la literatura infantil alemana es posiblemente la más complicadilla que se haya escrito. Y ahí están, de paso, los libros de Michael Ende y Corazón de Tinta para demostrarlo.


Portada de la edición en Círculo de Lectores. La de libros que sacaron en los noventa...

Krabat y el molino del diablo está ambientada en la Alemania del siglo XV, aproximadamente, y cuenta la historia de un huérfano que, tras refugiarse en un molino, descubre que el propietario es un hechicero, y sus trabajadores, sus discípulos. Durante el tiempo que transcurre como aprendiz, descubrirá que el molino y su propietario son más peligrosos de lo que él pensaba y acabará por hacerle frente.


Con esos cuervos de fondo, parece el cartel de Guardianes de la noche

Aunque en los años setenta hubo una adapción en dibujos (checoslovacos) del libro, en 2008 tuvo su versión en cine, no sabemos si gracias a los avances de la infografía, o porque a estas alturas el público estaba mucho más interesado en ver películas con magos. Si es por esto último, es probable que estén un poco confundidos, porque Krabat está mucho más cerca del cuento popular (y siniestro) que de las aventuras con varitas y pociones. En España, gran parte de la promoción de la película se hizo mencionando a Daniel Bruhl, el actor más conocido que aparecía en ella, cosa curiosa teniendo en cuenta que su papel es secundario y aparece relativamente poco. Este chico podría haber sido un buen Krabat, pero por mucho que se de a joven, el tiempo pasa y ya no estaba para interpretar a un niño de doce años. Bueno, tal vez en alguna serie española podría ser, pero se supone que en Europa son algo más serios.



La versión en cine adapta muy bien el libro de Preussler, lo que no es muy difícil por lo simple de la narración. Debido a esto, tiende a completar bastante el carácter de muchos personajes e incluso del Maestro del molino, además de incluir bastantes referencias a la guerra de la época. Sin duda lo mejor es la ambientación: una edad media genuina, de inviernos crudos, de bandas de soldados atacando aldeas minúsculas, en la que la magia es algo extraño y opuesto a la religión, y especialmente, de personajes muy marcados por estas circunstancias: todo el reparto aparece sucio, con ropas gastadas, y lo más sorprendente en una película, con malas dentaduras. De hecho, los chavales del molino están todos hechos unos ecce homos, entre bizcos, tiñosos, algún desdentado y uno no muy listo. No es algo que me esperara en una producción con intención de recaudar en taquilla, y especialmente, para todos los públicos. Pero hay que reconocerle que es muy adecuada y le aporta mucha más credibilidad al cuento.



Arriba, parias de la tierra

Entre la ambientación, y sus dos horas, está claro que, fuera cual fuera el motivo por el que la filmaron, este Krabat está mucho más dirigido a los adultos que leyeron el libro hace años, y que ahora aprecian mucho más los matices de una historia de magia negra (que por cierto, está basada en una leyenda popular),y me parece también muy disfrutable por cualquier aficionado al fantástico. En cuanto al libro, recomendable para cualquier crío con interés por la lectura. Y si alguien más mayor todavía no lo conoce, también.

2 comentarios:

  1. No he leido el libro ni la película, pero por si las moscas me los apunto.
    Feliz 2011.

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  2. Pues me la apunto para bajármela, que a mí las películas fantásticas me gustan mucho (exceptuando Harry Potter, claro).

    Feliz 2011!

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