En una ciudad de un tiempo indeterminado, un hombre elabora con cuidado un muñedo de trapo. El hombre fallece antes de terminarlo, y su creación, que lleva a la espalda el número nueve, acaba despertando, sin voz, en un mundo devastado y gigantesco, al menos, para su pequeño tamaño.
Este es el comienzo de una película de animación bastante peculiar que cuenta la historia del fin del múndo y de como nueve muñecos de trapo, que desconocen qué hacen ahí y qué sucede, deben defenderse de una inteligencia artificial que acabó con los humanos.
La historia de 9 comienza como un corto dirigido por Shane Acker en el 2005. Cuatro años después se estrenó como película, producida por Tim Burton y Timur Bekmamvetov, que para más señas, es el tipo que hizo las películas de Guardianes de la Noche. Y si algo le ha gustado al tío que dirigió las películas de magos más raras de la historia, es probable que me guste a mí también.
Veánlo ustedes, que no tiene diálogo y no cuesta ná
Mi teoría no iba desencaminada, porque 9 es una historia bastante original (solo hay que ver el punto de partida) en la que los nueve protagonistas son nada menos que las distintas matices del alma de un científico: 1 es el tradicional, 2, el inventor, 3 y 4, los historiadores, 5 el sanador, 6 el artista, 7 el guerrero (o guerrera, en este caso), 8 el matón y 9, además del protagonista, la valentía. Estos nueve personajes deben enfrentarse a una máquina dotada de inteligencia artificial, creada por el científico, y que como buen robot, acabó volviéndose contra sus creadores y arrasando con todo lo que tuviera por delante.
Además de un punto de partida bastante sorprendente, lo mejor de la película es su estética: los personajes son nada menos que muñecos de trapo hechos con pequeñas piezas de relojería: lentes, ruedas dentadas, micrófonos...Hay un gran trabajo en la recreación de una ciudad devastada por una guerra, y las escenas previas al conflicto, recrean una ciudad muy de los años cincuenta, o más bien, un poco entre la ciencia ficción de los cincuenta y el 1984 de Orwell. Mención especial para la Inteligencia Artificial, sus dominios (una fábrica bastante inquietante) y sobre todo, las criaturas que va fabricando con desperdicios: desde un animal mecánico hecho con la calavera de un gato (¡Dalek, tú no mires!) hasta criaturas voladoras mediante un sistema similar a los zeppelines. Vamos, todo lo necesario para quedarse mirando a la pantalla como un tonto, durante un buen rato.
La principal diferencia entre el primer 9, el corto, y la película, es, además de la duración y el dedicar más tiempo a los distintos personajes, incluir obligatoriamente los elementos típicos de toda película: tiene que haber varios personajes, varios de ellos, pensados para ser liquidados prontamente, tiene que haber una chica, y un final feliz que aunque es similar al de la versión original, este último era bastante más pesimista.
Pese a esto, la película resultó toda una rareza, tanto por la estética como por el argumento, muy alejado de lo que a día de hoy me hubiera esperado en un cine. No solo eso, sino que merece la pena verla: tiene ambientación postapocalíptica, engendros siniestros y un argumento de fantasía rara ¿Qué más se puede pedir en menos de 80 minutos?
Casi hasta le hubiera pedido algunos minutos a la película, me gustó mucho, interesante, diferente, lástima que pasara tan desapercibida.
ResponderEliminarSolo ví Guardianes de la Noche y no me convenció mucho.