Como decía Jane Austen, es una verdad mundialmente reconocida que una persona, poseedora de una casa, necesita tener un gato. Ehm, creo que en realidad no era esa, sino que decía algo de los zombies (o tal vez no ¿me estaré confundiendo otra vez de novela?), pero se aproxima bastante a la importancia que tienen los felinos.
¡Yo no le acostumbré a beber, en serio!
Hasta el momento, he tenido tres gatos, con mayor o menor fortuna. El primero, Tigre, hacía honor a su nombre y era una máquina de destrozar cosas en movimiento o que tuvieran el más mínimo interés, desde rollos de papel higiénico a tobillos humanos. Cuando llegó con pocas semanas estaba hecho un ecce homo, o en su caso, un ecce feles: tenía más lombrices que estómago y una cantidad de pulgas que sobrepasaban el tamaño del gato. A pesar de todo, sobrevivió, seguramente impulsado por las tres cosas que más le gustaban en el mundo: las latas de comida, encontrar el sitio más cómodo de la casa y destrozar todo lo que no fuera comida ni pudiera comérselo. Su vida transcurrió con esa filosofía tan sencilla hasta que le llegó la hora, y es que con 16 años de vida gatuna poco más se puede pedir.
Todo cabeza
Unos meses después acabé acogiendo a otro refugiado felino: una criatura minúscula, a la que habían encontrado abandonada por su madre, y que por su tamaño y su expresión desvalida le llamé Peluche. En realidad me hubiera gustado ponerle algo con más garra, en plan Trífido, Tyrion, Gene Hunt o Cthulhu, pero cuando la mascota en cuestión no llega al cuarto de kilo y no le interesa otra cosa que dormir, ese tipo de nombres no le quedan muy allá. Peluche no tuvo tanta suerte, y las noches que había estado fuera hicieron mella en su salud, no duró más de dos semanas.
En sus ratos libres se saca unas pelas haciendo de alfombra de oso
Tras esto último, me había decidido a no tener más gatos, hasta que Hewl me avisó que su gata (un cruce entre Godzilla y siamés) había sido madre..Volví a caer en la trampa y en un mes ya tenía en casa a un gatico negro, que nada más verme me miró con cara de “¿Eres mi nuevo esclavo humano?” y se dedico a perseguir una pelota que había por ahí. De momento no hace otra cosa que dormir y perseguir o atacar cosas, léase ratones de peluche o pelotas, lo que agradezco, porque desde hace unos días, ha decidido que subirse al teclado del ordenador es lo más divertido que puede hacer, después de dormir. De hecho, ha conseguido teclear grandes frases como “kkkkfj``ñññ….” Y “ AAADSDFbbbbbb-------,,”, que resumen bastante bien su forma de ver la vida. Si alguien quiere dirigirse a él, se llama Dalek, nombre que le va muy bien por su actitud mandona y un tanto destroyer. Y al igual que su homónimo en el Doctor Who, también tiene su punto entrañable.
Yo te soy más de perros que de gatos, pero oye si aceptamos zombie como animal de compañía....
ResponderEliminarJamás me hubiese planteado llamar a una mascota Cthulhu hasta que lo he leido.... y ahora no se me ocurre un nombre mejor. Lástima que no tenga mascota para nombrar porque ahora no me lo podré quitar de la cabeza xDD
ResponderEliminarHace tiempo lei en otro blog a alguien que le había puesto a su gato Ascii y también me quedé con las ganas :P
Por desgracia, de momento solo puedo permitirme a Bolita el jilguero psicópata (por cierto, parece que la música funciona, ahora ya dice "chiribí"). Pero si pudiera tener un perro o un gato le llamaría "Friki". Un nombre unisex, cortito y fácil de recordar.
ResponderEliminarIban: perro también tuve, pero siempre los ví más como "estar en una finca", y desde que se murió el último, ya no tuvimos más.
ResponderEliminarSilent Pok: el problema de ponerle Cthulhu a un animal es que a día de hoy no hay nadie capaz de pronunciarlo correctamente, y el pobre bicho se desorientaría un montón. Dalek es mucho más adecuado (y al que piense que le he puesto "Darek", lo fusilo).
Condesadedía: menos mal que las clases de canto le funcionan a Bolita (proximamente, un cd para descargar con sus grandes éxitos). Friki también es un buen nombre, pero ahora es un palabro que se escucha mucho.
¡¡¡Me ha encantado tu escrito!!! Yo tengo mas de 15 gatos, y todos tienen su historia propia, no les pongo nombre hasta que descubro un poco su personalidad o en base a algo que destaque en ellos.
ResponderEliminarUn saludo a tí y a Dalek
Al tenerlo en una casa sin salir es difícil tener más de uno...y Dalek ha decidido convertir todas las habitaciones en un parque temático para mininos. De momento también se ha ganado algunos motes debido a su personalidad un tanto peculiar
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