Al gatico tampoco le gustan estos dibujos
Hubo un tiempo (y van…la de veces que habré escrito esta frase), especialmente antes de la aparición de las cadenas privadas, o de las temáticas infantiles, en las que los dibujos animados eran un espacio que se emitía puntualmente y ¡oh, sorpresa! A horas en las que los críos podrían verlos. Era una época en la que no quedaba más remedio que ver lo que echaban por la tele, y si te gustaba bien, y si no, ajo y agua.
Yo era del primer grupo, especialmente en mis primeros años en los que eso de la lectura no lo tenía allá muy controlado y me resultaba más cómodo el ver a los monigotes moviéndose en una pantalla. Y delante de mis retinas pasó de todo: desde Dragones y Mazmorras, la genial Telechat o las animaciones experimentales del Este de Europa, hasta los dibujos hechos específicamente para vender juguetes, tipo He-man, COPS, GI Joe (quien iba a pensar que veinte años después estaría Christopher Eccleston haciendo de Dextro)…o lo que es lo mismo, la mayoría de dibujos hechos a mediados y principios de los ochenta y noventa.
Como dicen los ingleses, Beggars can´t be choosers, y poco importaba que me estuviera poniendo mala con las mil y un judiadas que le hacían a Candy Candy, o a Calimero, o que Pedro Picapiedra fuera un gilipollas de tomo y lomo: no había más dibujos, y como estuviera lloviendo, era eso, o echar la siesta como los mayores.
Sin embargo, llegaron unas series que traspasaron esa frontera de verlas por aburrimiento para pasar al terreno de “a mí esta bosta no me va a hacer perder el tiempo”, que consiguieron que los dibujos dejaran de parecerme algo obligatoriamente interesante para empezar a moverme a otras formas de ocio no tan nocivas para el cerebro, como la lectura, ver series inglesas o escribir un blog.
Dicen que si cantas la canción frente a un espejo a media noche, se aparece Pincho y te deja como un acerico
Los fruitis. Todo el mundo los conoce: la Serie Innombrable de la Innombrable D´Ocón Films, que abriría las puertas de todo un catálogo del horror animado como fueron Delfi, Basket Fever o Sylvan.
Las series de esta compañía se caracterizaron siempre por la apariencia un tanto plasticosa de los colores, bastante chillones ellos, los mismos fondos fijos, y sobre todo, esa atroz animación con aspecto de recortables. Los Fruitis fueron su mayor exponente, no solo por los defectos de realización (eh, que los checoslovacos con un chicle y una patata te hacen un corto de Jan Svankmajer) sino por lo aburrido de sus argumentos: un grupo de frutas viven felices en una isla, conocen a una niña, viajan por el mundo y hay dos jabalíes (hm…¿serían parientes del Xabarín? No, no intenten entenderlo: este es un chiste dedicado en exclusiva a los gallegos) que se las quieren comer por su condición de frutas. Y ahí se acaba todo.
Con esa joya de historia no era de extrañar que al segundo episodio, la serie me generara menos interés que el debate del estado de la nación, y prefiriera mirar con atención las grietas de la pared antes que enterarme cual sería la próxima aventura de Gazpacho, Mochilo y Pincho.
No serían más tontos si no entrenaran..para serlo
Los caballeros del zodiaco. Una de las primeras series japonesas que se emitieron en España y especialmente, en la tve. Como muchos recordarán, narraban las aventuras de un grupo de luchadores y sus armaduras desmontables, que protegían incansablemente a Atenea de..bueno, no tengo ni idea. Porque en la práctica todo se reducía a que los personajes se dispersaban por el mundo, se tenían que enfrentar a sus enemigos en sangrientos combates durante varios capítulos, y mientras Atenea solía estar encadenada o en coma con riesgo de palmarla. A los chavales de mi edad les encantaba esa épica y ese gore nunca visto hasta entonces, pero a mí…que no la entendía. Además, cuando empezaron a emitirla, los domingos por la mañana, estaba en el pueblo, y desde luego era más divertido poder salir a jugar fuera que estar viendo a unos guerreros atormentados. Y si lloviera o lloviese…bueno, mirar la cocina de carbón también era más divertido.
Y así podían seguir hasta el infinito..y más allá
Dragon Ball. Empiezo a entrar en terreno pantanoso. Atreverse a poner queja Dragon Ball, serie mitiquísima donde las haya, está actualmente penado mediante lapidación con adoquines de Zaragoza. Y es que esta serie, que permitió que la animación japonesa entrara en España (por la puerta trasera de las cadenas autonómicas), es recordada con cariño por todos sus espectadores…pero a mí no me interesaba lo más mínimo. Y no estoy hablando de la última etapa, con los combates inacabables y los niveles de super guerrero, no, sino que tampoco me gustaba la primera parte, con Son Goku niño y Bulma yendo a buscar unas bolas que conceden deseos. No podría explicar cual es el motivo, simplemente, la historia no me interesaba, los chistes me parecían malos, y los combates, me daban un poco igual. Además, yo era más del Doctor Slump y Arale, que ya era puro surrealismo y tenía cacas. Y por el momento, no ha habido animación japonesa que pudiera superar una sonriente caca.
¿Tengo o no tengo razón?
Esos son todos mis aborrecibles, al menos, hasta donde recuerdo. Seguiremos escribiendo en breve, si no recibo amenazas (por lo de Dragon Ball y Saint Seiya, claro)
Uuuuuy que Kame Hame Ha te vas a llevaaaaaar, a mí me encantaron Dragon Ball y Los Caballeros del Zodiaco, es más he viciado a mis sobrinos.
ResponderEliminarEstimado blogger, visité tu blog y está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Y por mi parte te pediría un enlace hacia mi web y asi beneficiar ambos blogs con mas visitas.
ResponderEliminarEspero tu Respuesta.
Un cordial saludo
anabelenn24@gmail.com
No puedo estar más de acuerdo con los Fruitis, no hubo ni habrá serie de animación más cutre e insoportable que esa...recuerdo que fueron los últimos dibujos que pusieron los fines de semana después del telediario..me pregunto por qué...
ResponderEliminarPero lo que d everdad agradezco es tu visión de Los Caballeros del Zodiaco..que serie más petarda por Dios, lo peor es que a todo el mundo le gustaba y como yo me crié con dos chicos me la tenía que tragar siempre junto a Las Tortugas Ninja, (otra de mis series malditas..).
Eso sí..Dragon Ball me gustaba, recuerdo sobretodo el combate contra el bioandroide Cell..ainsssque tiempos..
Besos;)
Yo pensaba que no me gustaban estas series porque me pillaron viejuna, pero si a personas que entonces eran de la edad apropiada no les gustaron es que sí, que eran malas. ¡Qué alivio!
ResponderEliminarPero debo señalarte un pequeño error histórico: "Los caballeros" no fue "una de las primeras series japonesas que se emitieron en la España". Mucho antes se habían emitido cosas como "Heidi", "Marco", "Mazinger Z", "Comando G", "El perro de Flandes", "Candy Candy"... Desde finales de los setenta, la televisión española estuvo prácticamente colonizada por los dibujos japoneses.
Satrian: por eso me he estado escondiendo todos estos días.
ResponderEliminarSimone B. Caballeros del zodiaco y Dragon ball son muy queridas por el factor nostalgia, pero nunca pude con ellas. Goku perdería en combate singular contra Arale, fijo.
Condesadedia: no, en realidad tenía en cuenta Mazinger Z y todas las anteriores, pero me refería a que Dragon Ball, Saint Seiya y todas las de esa quinta fueron las que dieron a conocer al anime como estilo de animación propiamente dicho. Las anteriores se limitaban a ser "esos dibujos japoneses".
Vaya, pues es verdad, lo había entendido mal, la palabra "manga" (mal dicho, porque no son mangas, son "animes") comenzó a utilizarse en esa época. Sobre todo por "Asociaciones de Padres Preocupados Porque Ya No Podían Dejar a los Niños Aparcados Delante de la Tele Sin que Aprendieran Cosas Malas".
ResponderEliminarUii, uiii lo que ha dicho, DBall y Saint Seiya aburridas ... perdonales dios porque no saben lo que dicen XDD.
ResponderEliminarPodrán ser repetitivas pero aburridas? si justamente son super dinámicas. Quizás sea que el género al cual pertenecen no te gusta, que eso ya es otra cosa. Pero bueno, para gustos los colores :D
Hala, hala, que ya me veo escribiendo la próxima entrada desde un bunker para evitar represalias XDD
ResponderEliminar¡Madre mía! Gente metiéndose con los clásicos. Pues la verdad es que tengo que estar de acuerdo en parte con Dragon Ball. Sin ser una mala serie, podía estirar infinitamente la misma pelea durante un porrón de capítulos y resultar tediosa. Épica pero tediosa. Pero claro, por la misma razón para otros era una droga.
ResponderEliminarA ver si me animo y escribo algo de series de la infancia.
Precisamente por eso a mí me aburría: me tiraba más el absurdo absoluto de Dr Slump.
ResponderEliminarTú sube entrada sobre series de la infancia, que eso es una mina.