Es el año 2008. Escocia ha sido asolada por una epidemia vírica de horrendo aspecto y sin posibilidad de cura. El gobierno británico, en una muestra habitual de solidaridad y buen rollo habitual en ellos, decide echar mano de las soluciones romanas y construir un muro de varios kilómetros que separe el país del resto de Inglaterra.
30 años después, Inglaterra es una ruina económica, gobernada mediante un sistema fascista y militarizado. Abandonada por el resto de Europa, se enfrenta al caos económico y al rebrote del virus que creían desaparecido. El presidente Hatcher (guiño, guiño), no tiene más remedio que enviar a un grupo de élite y a un científico de vuelta a Escocia, donde los satélites han detectado supervivientes, para encontrar una cura.
Más o menos, este es el argumento (o algo parecido) de la que posiblemente es la película más descacharrante que he visto en años: ¡Civilizaciones postapocalípticas en Escocia! ¡Alta tecnología! ¡Tiros! Porque esto es lo que se encuentra la protagonista (una antigua refugiada tras la construcción de ese moderno Muro de Adriano) tras regresar al país. Eso, y un repaso a todas las posibilidades del género apocalíptico: por un lado, un Glasgow habitado por punks caníbales al estilo Mad Max, y por otro, un grupo de supervivientes que viven y se comportan como si estuvieran en la Edad Media. Porque la película está hecha por escoceses, que si no, cualquiera diría que a esta gente se la deja sola y en vez de evolucionar, involucionan…
Se han asilvestrao..
La película es muy bruta: hay infectados tiroteados, miembros amputados, vacas atropelladas y gente quemada viva. Pero, precisamente es ese exceso lo que la hace divertida. Bueno, eso y el que no se tome en serio a sí misma: está bien rodada, pero todo es tan tópico y tan exagerado con esa intención que cada nueva escena acaba por llevar a la risa. La protagonista, interpretada por Rhona Mitra, es una todoterreno capaz de aguantar todos los golpes posibles, de conducir un coche de gama alta mientras la persiguen unos salvajes de la carretera escoceses o de acabar con un tipo vestido con una armadura medieval y una Claymore. Junto a esto, tenemos todos los tópicos de este género: infectados, ciudades devastadas, supervivientes, alta tecnología, regímenes totalitarios…Un batiburrillo que de tan loco, resulta divertido.
¡Malcolm McDowell es el Rey de Escocia!
Resumiendo un poco, estas fueron en mi opinión las partes más divertidas:
- La mafia que envía emigrantes ilegales ingleses a trabajar fuera, especialmente las caras de penadisgusto de los británicos encerrados en el carguero.
- Ehm..el presidente Hatcher (si a estas alturas sigues sin pillar el chiste, tal vez deberías empezar a estudiar un poco de historia contemporánea)
- La primera aparición de los escoceses supervivientes, un homenaje a Mad Max.
- El verdugo saliendo de una puerta en el castillo en el que ponía “Gift Shop”
Y (GRANDÍSIMO SPOILER)
- El regreso de la protagonista a Glasgow para coronarse como nueva reina de Escocia.
(FIN DEL SPOILER)
No se trata de una buena película de acción, ni una buena película a secas…pero sí es tremendamente divertida. Yo se la recomendaría a todos aquellos que se partieron de risa con el sketch de los escoceses de los Monty Python.
La acabé pero no me gustó mucho.
ResponderEliminarA mí me hizo mucha gracia por la mezcla de cosas apocalípticas ochenteras. Encima, tiene escoceses, que es como los nazis y los zombies: todo mejora con ellos.
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