Hoy os voy a contar un cuento, así que prestad atención:
Hace muchos, muchos años, mucho antes de que los osos polares deambularan por la isla, el humo negro arrastrará a la gente hasta el templo, o gente sucia y confusa se mareara dando vueltas por una isla dejada de la mano de Dios, televisión española compró una serie que ya nadie recuerda. Esta es la historia de Perdidos en el Amazonas. El año es 1999, el nombre del lugar: Babylon 5, digo, el Amazonas.
No voy a dedicarme a relatar las maravillas de la serie, sus fantásticos actores, o sus grandes tramas, porque sería una mentira muy gorda. Era una serie decentilla, sin más, de esas que ves a media mañana, como la de las sirenas, o la de los críos que tenía un portal que unía Irlanda con Australia, o la de los chavales que viven en una academia de surf (nota mental, hacer una entrada sobre estas series).
Lo normal sería que una serie de este tipo se me hubiera borrado de la cabeza hace ya mucho tiempo, pero no lo ha hecho, por una sencilla razón: muchas veces, cuando estoy viendo Perdidos, me acuerdo de ella. Salvando las distancias entre una gran serie y una serie flojucha, claro, pero es innegable que tienen muchos puntos en común:
A rasgos muy generales, la serie trata sobre los pasajeros de un avión (os suena de algo?) que se estrella en medio de la selva del amazonas. Entre los pasajeros están un médico, una pija, un niño, una azafata y un hombre con cáncer, que se cura milagrosamente durante su estancia en la selva (os va sonando más?).
Evidentemente, el único objetivo de los supervivientes es salir de la selva, pero tienen un pequeño problema: hay tribus que no están dispuestas a permitirlo.
Y digo tribus, sí, en plural. Los otros y los otros-otros, como quien dice.
Los otros, más clásicos ellos, son los típicos habitantes del amazonas. Morenicos ellos, con sus taparrabos y sus cerbatanas, que si gritamos mucho y corremos entre las lianas. Lo de siempre, vamos. Nada del otro jueves.
Y los otros-otros son los protestantes. Sí, sí, una tribu de protestantes, que encallaron con su barco en medio de la selva, y se dedicaron a procrear y a llevar la palabra de Dios a pirañas, ranicas, y demás bichos amazónicos dispuestos a escucharla. Estos son los que ayudan a los supervivientes, principalmente porque piensan que son enviados de Dios.
En este video se ve la aldea de los protestantes:
Si sois como yo, os estareis preguntando como es posible que un barco encalle en medio de la selva. Pues no lo sé. Pero es verdad, porque el barco aparece. A alguien le ha venido a la cabeza la Roca Negra? Pues sí, más o menos.
Entre medias, todos dan muchas vueltas por la selva, en pequeños grupos, porque si algo nos ha enseñado Perdidos, es que separarse en pequeños grupos para explorar selvas y manglares siempre da resultado. Que si los otros raptan al niño, que si el médico se enamora de una de las otras-otras...
Ahh, y también hay flashforwards de su salida del Amazonas (aunque no estoy muy seguro de si era un flashforward o el sueño de un comatoso, pero cuenta igual).
En definitiva, un montón de parecidos. Y si no me creeis, comprobadlo. A ver quien es el chulo que se pone a verla...
Me gustaría deciros que el cuento tiene un final feliz, y que al final escapan de la selva, pero no tengo ni puta idea, porque la serie se cancelo después de su primera temporada. También es posible que sí salieran, y me haya perdido algún capítulo.
Bueno, y eso es todo por hoy. Buen fin de semana!!!
Yo la vi pero cuando todo se enrevesaba y salía la trama interesante, catapum se acabó como siempre, no estaba mal, me he tragado cosas peores.
ResponderEliminarJajaj, todos nos hemos tragado cosas peores, eso esta claro
ResponderEliminarEsto es como cuando me quejo del parecido de Alias con Nikita, y nadie me hace caso.
ResponderEliminarAl barco de protestantes...Amstetten...digo..endogamia.