Reconocedlo: TODOS echábamos de menos el cartón piedra.
En 2004, debido a que la producción televisiva estaba sufriendo la mayor crisis creativa de su historia, Garth Marenghi´s Darkplace fue emitida.
A grandes rasgos, esta es la historia de la comedia más extraña que hayamos visto nunca, incluso por encima de Spaced. Concebida como una parodia de una parte de la cultura popular de los ochenta, como podía ser el endiosamiento de los escritores de terror, las series de médicos, la moda y una realización pobre Darkplace se centra en las aventuras de Rick Dagless, en sus intentos de evitar que las fuerzas de las tinieblas amenacen a los pacientes del hospital y a sus cardados.
Como puede verse, toda la realización de la serie se basa en una parodia de la televisión de los ochenta:
El reparto es completamente estático y sobreactuado: ojos fijos, silencios absurdos..hasta la forma de caminar resulta chocante, especialmente la de Matt Berry, se ve que se estaba curtiendo para hacer de Douglas Reynholm (Faaatheeer..!!) así como los argumentos. Estos suelen girar en torno a parafernalia ocultista, zombies...e incluso escoceses, mezclándose con escenas presuntamente sensibles, como los niños del hospital o dramáticas, como el pasado de mago de Rick Dagless. El tipo de humor que destilan estos argumentos es sutil hasta el infinito y más allá: una tiene que haber visto muchos capítulos de Diagnóstico asesinato, Se ha escrito un crimen o Forever Knight para pillar todas las referencias. De hecho, el personaje presuntamente creado por Marenghi, un médico exveterano de Vietnam y experto hechicero, tiene todos los rasgos de una Mari Sue, y responde a la idea de egocentrismo que habría alcanzado el escritor en su época dorada.
Concebidos como el típico terror de bajo presupuesto de los ochenta, Los fallos de raccord son evidentes y deliberados: durante un solo episodio, podemos ver como una taza de café se convierte en una pala, armas que salen de ninguna parte, y mi favorita: las lápidas que se balancean con el viento, por no decir de los efectos especiales.
Sin lugar a dudas, lo mejor son las intervenciones de escritor y su agente. Aunque podemos reconocer en general a todos los escritores de los ochenta, como Dean Koontz, John Farris o Richard Laymon, tanto por el aspecto físico como por sus gestos, podemos reconocer claramente a Stephen King en su época dorada, y con todos sus defectos. Porque Marenghi no solo es un escritor encumbrado que llegó a meterse a producir, dirigir y actuar, ni un escritor tremendamente flojo...sino que está endiosado hasta los extremos: durante toda la serie se define a si mismo como viajero de los sueños, creador de pesadillas, visionario e incluso se atreve a compararse con Joyce, citar a Shakespeare y jactarse de ser el escritor que ha escrito más libros de los que ha leído. El nivel de parodia llega hasta extremos de tener su propia página web, en la que, con solo echar un vistazo a un par de argumentos de sus presuntas novelas, me vienen a la cabeza un montón de cosillas de las que escribían Koontz y otros en su día, llevado a unos extremos en los que es imposible no poner una sonrisa irónica. Memorable la novela acerca de la placenta mutante que asola Bristol
Por desgracia, debido a la escasa publicidad que recibió en su momento, y para qué negarlo, lo chocante de su formato, en el que deliberadamente recurrían a una baja calidad de audio y vídeo, hizo que la serie no pasara de los seis episodios de su primera temporada, aunque tuvo su éxito gracias a internet y llegó a ver una edición en dvd de la que todos podemos disfrutar gracias a San Bittorrent.
Tengo que ponerme con ella
ResponderEliminarMe ha gustado la pagina web, sobre todo los libros: el del esperma de rata que deja preñadas a las trabajadoras de una fabrica es bastante perturbador...